Take Me Home
Novela de Harry Styles y Niall Horan
viernes, 18 de enero de 2013
Prólogo
Dos chicas españolas van a estudiar a Inglaterra. Viven en una habitación de la residencia de la universidad. Y por el momento, todo les va bien. Pero lo que no saben, es que muy pronto, cinco chicos cambiarán sus vidas, y ellas las de ellos. Se creará una relación muy especial entre ellos y, aunque habrá peleas y discusiones, permanecerán juntos.
Etiquetas:
fanfic,
harry styles,
niall horan,
novela harry styles,
novela niall horan,
novela one direction,
novelas,
novelas fan,
one direction
jueves, 17 de enero de 2013
CAP #1
*Narra Amanda
Llegamos al parking de la universidad. Llegábamos tarde (claro, con las
carreteras medio congeladas por el frío no se conduce nada bien, os lo aseguro)
y a primera hora teníamos al profesor que más manía nos tenía. Genial. En
realidad las broncas eran mucho más divertidas en inglés, y es que estábamos en
Londres estudiando en la universidad. Íbamos un poco aceleradas por el camino
hacia nuestro edificio y cuando llegamos a nuestra aula el señor Rutherford nos
dijo que no nos molestáramos en entrar, así que nos quedamos en un banco
esperando a la siguiente clase. Yo me fui a la cafetería a por algo de comer
para las dos.
*Narra Candy
Me quedé esperando a que Amanda viniera. Hacía mucho frío y estaba como
petrificada en el banco. No me di cuenta de que había un chico al lado mío
hasta que me habló.
-No te preocupes, es un viejo amargado. A mí me echa muchas veces de
clase hasta que un día decidí desapuntarme de su asignatura, igualmente no me
sirve de nada estudiar Latín. Y, tú ¿por qué estudias latín? ¿Eres de aquí? ¿A
qué quieres dedicarte?...
Lo interrumpí
-Emmmm, hola a ti también... Pues era la única clase a la que podíamos
asistir mi mejor amiga y yo juntas, pero la verdad es que me arrepiento cada
vez que veo al señorito Perfecto.
El chico parecía divertido. Soltó una carcajada.
-Me gusta tu acento...es raro!
-....Gracias, supongo. Y no, no soy de aquí. Amanda y yo somos de España,
Mallorca concretamente.
-Y, ¿dónde está Amanda?
-Pues ha ido a buscar algo para comer, ¡siempre tiene hambre!
-Uff, me recuerda a un amigo mío, se lo podría presentar. ¡También
siempre come!
-Por cierto, ¿qué quieres estudiar que no te sirve el latín?
-Pues me estoy formando en una carrera musical, con mi amigo el glotón y
tres más. Somos One Direction. Por cierto, soy Louis.
-Puedes llamarme Candy.
Estuvimos charlando y riéndonos un buen rato hasta que Amanda volvió con
más o menos toda la cafetería dentro del bolso.
-¿Has atracado la tienda de comestibles?-preguntó Candy.
-¡Qué va! Si llevo poca cosa, ¡una merienda ligera!-dijo Amanda
-¡Verdaderamente son almas gemelas!
Louis y yo nos estuvimos riendo un buen rato, pero Amanda no se enteraba
de nada.
-Vale, ¿qué me he perdido?-dijo Amanda.
-Oh, sí, éste es Louis. Resulta que tiene un amigo con ''afición'' a la
comida como tú.-le presenté.
-Mmm... podríamos hacer un picnic los cuatro- se le ocurrió a Amanda
-¿Niall? ¿Picnic? ¿Que queréis, que los supermercados de Londres se
queden sin provisiones durante un mes? Además, no estaría bien dejar a los
chicos de lado, y menos a mi amorcito Harry.-Louis se rió él solo con lo último
que dijo.
-Entonces, ¿no sois solo dos? ¿Hay más? Mmm, Harry suena a
chico-responsable-que-va-a-la-biblioteca-cada-día.-dijo Amanda.
-¡Pues a mí me gusta el nombre!-protesté.
-Te aseguro que si conocieras a Harry no opinarías lo mismo, te
garantizo que no es un chico tranquilo precisamente.-contestó Louis.
Entonces nos despedimos de Louis y fuimos hacia la habitación que nos
habían asignado en el campus. Decidimos saltarnos día de clases porque teníamos
que ir a comprar algo de ropa nueva para la quedada de esa noche en la que
Louis nos iba a presentar a los chicos.
*Narra Louis
Fui hacia casa. Seguramente los chicos estarían allí. La casa es una de
las cosas que más nos une, el único sitio donde podemos ser nosotros mismo sin
ninguna clase de reglas. Decidimos comprarla porque al ser cinco en el campus
no nos dejaban tener una habitación todos juntos. Así que, aquí estamos.
-Chicos! Id pensando en lo que os vais a poner esta noche porque tenemos
una cita!
-Louis, ya te lo he dicho un montón de veces. No pienso ir a una cita,
Danielle se enfadará.-dijo Liam.
-¡Ey Liam! No te preocupes, son solo unas amigas. No creo que Danielle
se enfade porque yo te presente a unas amigas.-le dije.
-Sí, Liam, no te preocupes. No creo que Perrie y Danielle se enfaden.
Será una noche entre amigos.-dijo Zayn.
-Bueno, está bien. Niall ¿tú vendrás? ¿Y tú, Harry?-dijo Liam.
-No me siento muy bien, creo que he comido algo que me ha sentado mal.
Creo que me quedaré en casa esta noche-dijo Niall.
-¿Harry?-dijo Liam.
-Erm...yo...tengo que...estudiar...sí, estudiar para...un examen. Eso
es. Así que lo siento, pero no puedo ir.-dijo Harry.
-¿Estás seguro de que no quieres salir y olvidarte de ella? En serio,
Harry, no puedes seguir pensando en Rebecca, hace ya un mes que lo dejasteis. Sé
que estás dolido y algo hundido, pero a lo mejor si sales y te diviertes...-le
recomendé.
-Pero qué dices, Louis. No es por Rebecca. Eso ya está superado.-dijo
Harry.
-Bueno, está bien, Pero no creo que estés haciendo lo correcto.-aseguré,
ya que como conocía bien a Harry, sabía que realmente seguía mal por Rebecca.
Porque Harry es muy sensible, y todavía le dolía el hecho de que ya no
estuvieran juntos.
El resto de los chicos se organizaron para ducharse, vestirse y
arreglarse para estar listos para la ''cita''. Habíamos quedado en que pasaríamos
a recogerlas, ya que ellas eran nuevas aquí y no tenían ni idea de a dónde ir
para salir a cenar o a hacer algo divertido, y obviamente, tampoco sabían cómo
llegar.
Cuando todos estuvieron listos, cogimos el coche y nos dirigimos a las
residencias femeninas a buscar a Amanda y Candy.
*Narra Amanda
-¡Candy!-uff, estoy muy nerviosa, no sé qué ponerme y no encuentro a
Candy en ningún sitio.
-¿Amanda?-vocea Candy
-¡Al fin! Llevo como una hora buscándote por todo el campus. ¿Dónde te
habías metido?-Candy venía cargada con bolsas de Primark (una marca de ropa).-¿Qué
son todas esas bolsas?
-Bueno, resulta que cuando he empezado a buscar en el armario la ropa
que me iba a poner para esta noche, me he dado cuenta de que no tenemos nada un
poco mono para salir. Así que decidí dar una vuelta por la ciudad a ver si
encontraba una tienda que estuviera bien y ¡he comprado ropa muy mona!-Candy
estaba entusiasmada con la idea de arreglarse y ponerse guapa para la ''cita''.
Yo más bien estaba de los nervios.
-A ver, ¿qué has comprado?-ella empezó a sacar cosas de las bolsas hasta
que encontró lo que quería.
-Mira, esto es lo tuyo.-sostenía unos vaqueros claros, una camiseta de
Batman y algunos accesorios. Era muy informal, pero me gustó mucho.
-¡Me encanta!-le dije.
-¿Si?-dijo Candy.
-Si, es informal pero bonito.
-¡Me alegro! He llamado a Louis y me ha dicho que ellos se van a poner
guapos, pero tampoco demasiado elegantes.-Candy estaba convencida de que me
gustaría la ropa, nunca se equivocaba.
-¿Estás segura? No quiero que lleguemos allí y ellos vayan muy
arreglados.
-No te preocupes Amanda, estaremos perfectas.
Candy se fue al baño a ducharse, mientras yo empezaba a mirar qué
maquillajes teníamos y todas esas cosas. Cuando terminó de ducharse llevaba una
toalla enrollada en la cabeza y se iba a preparar la ropa, que era una falda
negra como de cuero y una camiseta con un gatito muy mono, también llevaba unas
converses. Yo pasé al baño para ducharme, y cuando salí de la ducha preparé la
espuma para el pelo, largo, rizado y castaño, y aunque a veces lo odiaba, todo
el mundo me decía que tenía mucha suerte de tener esta melena. Pero bueno,
pelos aparte, fui hacia la habitación y cogí el vestido, me lo puse y empecé a
maquillarme un poco los ojos. Después me arreglé el pelo y mientras tanto Candy
se maquillaba y se arreglaba su pelo castaño claro tirando a rubio, largo y
liso.
Ya era la hora y oímos el timbre. Fui a abrir y me encontré a un chico
alto, de pelo castaño y con una cara adorable. Unos segundos después apareció
Louis acompañado de un chico de pelo negro, moreno de piel y realmente guapo.
-¡Oh! Siempre me pasa lo mismo.-dijo Louis.-Amanda, estos son Zayn y
Liam.-Liam era el castaño y Zayn, el moreno.-Son de nuestra banda. ¡Ah! Harry y
Niall no han podido venir, lamentablemente no los conoceréis esta noche. Por
cierto, ¿eso que llevas son Supra? A Niall le encantarían, te lo aseguro.
-Gracias, supongo. Oh, encantada, yo soy Amanda. Mi amiga es Candy,
ahora vendrá, se está acabando de arreglar.-les di dos besos a cada uno,
siguiendo la costumbre española, lo que les sorprendió un poco, y les invité a
entrar.
Los recién llegados y yo estuvimos esperando a Candy cinco minutos y
cuando salió del baño saludó a todo el mundo y por fin pudimos salir. Los
chicos habían venido en un coche precioso, negro y grande. No sé cuánto podría
costar, pero estoy segura de que no era precisamente barato. Candy y yo no teníamos
ni idea de a dónde nos llevaban, así que estábamos algo nerviosas por llegar y
ver el sitio.
Unos quince minutos después aparcamos el coche. No teníamos ni idea de dónde
estábamos. A lo lejos divisamos unas lucecillas. Los chicos nos ayudaron a
bajar del coche, se sentía una brisa fresca y olor a sal. Caminamos diez
minutos hasta que llegamos a una casita que estaba en la playa. Las luces
procedían de allí, era muy bonito, había una mesa con la cena preparada y el
sonido del mar le daba ese toque especial. Quienquiera que lo hubiera hecho de
verdad se lo había currado.
-¡Uau! ¡Qué pasada! ¿Habéis preparado vosotros todo esto?-dijo Candy.
-Sí, bueno, la casa es de mis padres, así que se la pedí y la decoré un
poco para que fuera más agradable. Además así os sirve de bienvenida a
vosotras. ¿Os gusta?-dijo Louis.
-Es fantástico, de veras. No tendrías que haberte esforzado tanto.-dije
yo.
-Me gusta tratar bien a mis amigas.-dijo Lou.
-Bueno, ¿tenéis hambre o qué?-dijo Liam.
-Sí, vamos a cenar.-dijo Zayn.
Nos sentamos en la mesa, la comida estaba buenísima y pasamos una cena
increíble con ellos. No podíamos parar de reír. Nos contaron muchísimas cosas
sobre la universidad y sus compañeros de casa. Eran unos chicos fantásticos.
Cuando acabamos de cenar recogimos las cosas y las metimos dentro de la casa.
Después nos sentamos alrededor de la chimenea, ya que después de estar fuera
con la brisa marina teníamos un poco de frío. Liam preparó chocolate caliente
para todos, y para él se hizo una taza enorme, le encanta el chocolate. Pensé
que iba de acuerdo con todo él, es tan dulce y adorable.
Etiquetas:
fanfic,
harry styles,
niall horan,
novela harry styles,
novela niall horan,
novela one direction,
novelas,
novelas fan,
one direction
miércoles, 16 de enero de 2013
CAP #2
*Mientras, en casa de los
chicos.
-¿Crees que se lo estarán
pasando bien? ¿Y que las chicas serán guapas?-preguntó Harry desde el sofá con
el libro de Historia sobre las piernas.
-Pues no lo sé, pero no
entiendo por qué le das tantas vueltas, Harry. No te engañes más, ni siquiera
es cierto que te has quedado para estudiar para un examen, voy a Historia
contigo y no tenemos ningún examen- dijo Niall.
-Bueno, pero lo habrá y yo ya
estaré preparado porque habré estudiado antes que todos- replicó Harry.
-No puedes seguir así, no me
gusta verte de esta manera. Tienes dos opciones: puedes quedarte en ese sofá
esperando a que Rebecca vuelva o puedes mirar hacia delante y abrirte a nueva
gente, relacionarte con otro ser humano, ya sabes, seguir con tu vida como ha
hecho ella- le aconsejó Niall.
-Joder tío, qué profundo.
Pero tienes razón -se levantó del sofá de golpe- no quiero seguir viviendo como
un vegetal sin reaccionar a nada. Eso se acabó, tengo que mirar hacia adelante
y seguir con mi vida, no puedo estar esperando a que la chica que ya no me
quiere vuelva a buscarme, porque no lo hará. Así que voy a pasar página y a
continuar. Voy a ser un nuevo y mejor Harry que no va a dejarse hacer daño por
ninguna chica más.
-¡Uau! Lo tuyo sí que es
profundo -se rió Niall-. Me alegro de que hayas tomado la decisión correcta,
sabes que a ninguno nos gusta verte en modo vegetal. Además, Louis se preocupa
mucho por ti, y si tú estás mal, él también lo está.
-Gracias Niall, de verdad me
has ayudado mucho. Hasta ahora no había querido abrir los ojos y aceptar lo de
Rebecca-agradeció Harry
-De nada, tío. Para eso están
los amigos-cerró Niall.
*De vuelta a la cena. (Narra
Candy)
Era increíble como en unas
horas puedes llegar a tener tanta confianza con una persona. Y es que Liam y
Zayn eran súper majos y divertidos. Mientras nos tomábamos el chocolate
sentados al lado de la chimenea me sentía como si los conociera de toda la
vida. Estaba claro que llegaríamos a ser grandes amigos. Aunque era una pena
que Harry y Niall no hubieran podido venir, sentía una especial curiosidad por
conocer a Harry, no sé, algo en mi interior me decía que sería un chico
especial. Claro que mi interior no tenía ni idea, porque con mi último novio
pensé que tal vez pudiera ser algo definitivamente serio, pero mi interior se
equivocó: lo único serio fue la seriedad con que me mentía cuando me decía que
yo era la única. Pero bueno, prefiero no pensar en ese idiota.
Estaba algo cansada, había
tenido un día agotador, yendo arriba y abajo de tiendas y después toda la
''juerga'' con los chicos, ¡de verdad que agota!
-Chicos, no quiero cortaros
el rollo ni nada, pero ¿no crees que es hora de ir hacia el campus, Amanda?
-¿Qué hora es? -miró el
reloj, eran las dos de la madrugada- ¡Oh, Dios mío! ¿Cómo vamos a entrar en el
edificio sin que nos pille la conserje amargada? ¡Seguro que nos pone a fregar
váteres de castigo! -Amanda se puso melodramática, como siempre, está claro que
ser actriz le va como un guante.
-Chicas podéis...-intentó
decir Louis.
-Bueno, Amanda, no nos
precipitemos, aunque seguro que acabaremos castigadas, pero a lo mejor podemos
entrar por la ventana-le interrumpí yo.
-Pero si es de doble cristal
para el frío y está cerrada.-dijo Amanda.
-Emm, chicas...- empezó
Louis.
-Es verdad...bueno, pues
dormiremos en el coche, yo delante y tú detrás. Será algo incómodo, pero qué le
vamos a hacer-volví a interrumpir.
-¡Qué bien! -dijo Amanda con
un sarcasmo exagerado.
-¡Chicas!-esta vez Louis gritó.
-¿Qué pasa, Louis? -dijo
Amanda.
-Si queréis podéis quedaros
en nuestra casa, tenemos una habitación de invitados- dijo por fin Louis.
-Pero, ¿no será un poco raro?
Quiero decir, nos acabamos de conocer- repliqué yo.
-Sí, tal vez os resulte incómodo...-reconoció
Louis.
-O podemos llamar a Danielle.
En su casa tiene una habitación de invitados, además creo que hoy todas las
chicas se quedaban a dormir, así también podréis conocerlas a ellas. Os caerán
bien enseguida, son muy simpáticas- explicó Liam.
-¿Seguro que no les importará?-
dijo Amanda.
-¡Qué va! Seguro que tienen
un jaleo enorme allí montado, estarán encantadas de tener dos chicas más en el
grupo- repuso Zayn con convicción.
-Bueno, entonces genial. ¿No,
Amanda? Seguro que será divertido. Además mañana no hay clases, y podremos
dormir hasta tarde- dije yo.
-Bueno, pues vamos para allá.
Tengo ganas de conocerlas- dijo Amanda.
Recogimos todos los trastos
que habíamos sacado y nos dirigimos hacia el coche. Tomamos una carretera
diferente a la que habíamos usado para venir y en unos veinte minutos llegamos
al apartamento de Danielle que, por lo que nos contaron, es el más grande de
los de las chicas y por eso se reunían allí. Cuando Liam y Zayn hablaron con
Danielle y Perrie no pareció que les importara que nos acopláramos a su fiesta
pijama, es más, parecían contentas. Entonces nos acercamos y nos presentaron a
todas las chicas. En realidad, en la reunión estaban las novias de los chicos y
algunas de sus amigas: Danielle, Selena, Perrie, Eleanor, Taylor, Demi, Nicki y
Laura. Nos sentimos un poco incómodas cuando entramos, ya que no conocíamos a
nadie, pero cuando nos presentaron y vimos que no éramos las únicas
chicas-no-famosas-de-la-fiesta, nos sentimos un poco mejor. Con las que primero
nos hicimos amigas fue con Nicki y Laura, que eran básicamente como nosotras,
pero enseguida empezamos a hablar y a divertirnos con todas las demás.
*Narra Amanda
Por suerte tenía a Candy,
porque si no, no sé que hubiera hecho, la verdad es que con todas aquellas chicas
me sentía un poco extraña. Pero todas fueron muy simpáticas con nosotras y
enseguida me sentí a gusto. La casa de Danielle era enorme y muy bonita. En el
salón habían montado toda la fiesta: tenían los sacos de dormir, las toneladas
de comida, las almohadas, la ropa, el maquillaje, la televisión con la wii, el
aparato de música... Era genial, durante toda la noche estuvimos cantando,
bailando, riéndonos, cotilleando. Nos lo pasamos de maravilla, entre la cena
que habíamos tenido con los chicos y ahora la ''fiesta pijama'' con las chicas,
la noche fue perfecta.
Después de estar horas y
horas pasándolo bien, decidimos que iba siendo hora de dormir algo, y dormimos
profundamente hasta que el estrepitoso ruido del timbre nos despertó a todas dándonos
un susto de muerte. Candy y yo nos levantamos lentamente, ya que estábamos
agotadas después de todo el jaleo que habíamos armado durante la noche y casi
no habíamos dormido ni cuatro horas. Perrie se levantó a mirar quién era el que
llamaba, aunque su cara no parecía muy amistosa. Bueno, no me extraña; creo que
todas teníamos ganas de matar a quien quiera que estuviera llamando al timbre. Pero
la reacción de Perrie no fue la que esperaba: en cuanto vio quién era se le
iluminó la cara, así que supuse que era Zayn, su novio. Y en efecto lo era,
pero no solo él, eran Zayn, Louis y Liam. Como Zayn se entretuvo hablando con
Perrie, Candy y yo nos dimos media vuelta y continuamos durmiendo, aunque la
tregua no duró mucho.
-¡Arriba, dormilonas! ¡Ya habéis
dormido mucho!- dijo Louis, que había hablado con Eleanor y ya se estaba yendo.
-¡Louis, déjame dormir
tranquila! ¡Estoy agotada!- me quejé.
-¡Por Dios, dejad de gritar! ¡Yo
también quiero dormir!- exclamó Candy.
-No señor, vosotras dos venís
conmigo, ya está bien de hacer el vago. Liam, plan B.-ordenó Louis.
-¿Qué plan B? Louis, me
parece que estás ¡AAAAHHHH! ¡LOUIS, BÁJAME DE AQUÍ AHORA MISMO! -Louis me había
levantado del suelo con el saco de dormir y me llevaba a hombros como si fuera
un saco de patatas hasta sacarme del apartamento- ¡¿ME OYES?! ¡BÁJAME O SUFRIRÁS
LAS CONSECUENCIAS!- grité yo.
-Hahahahhaahhahaha, vamos
Amanda, no es para tanto. Hahahahaha.- Candy se reía caminando detrás de mí
pero aprovechando que estaba despistada, Liam la agarró e hizo lo mismo que Louis.
-Venga, vamos, que llegamos
tarde por vosotras- dijo Liam.
-¡NO, LIAM, NI SE TE OCURRA
LLEVARME ASÍ! ¡BÁJAME YA!- gritó Candy.
-Ahora no es tan divertido, ¿eh?
Hahahahahaha- me reí yo de Candy.
-Con que encima te ríes, ¿eh?
¡Pues ahora verás!- dijo Louis.
-Uy ¡qué miedo! Hahahahaha-
me reí de Louis.
-¿Seguro? Bueno, tú lo has
querido- entonces Louis empezó a hacerme cosquillas y yo no podía parar de reír,
aunque quisiera, no podía. Mientras tanto, Candy se reía de mí y Liam también. Zayn,
sin embargo, iba pensativo y creo que en realidad no se estaba dando cuenta de
nada, porque estaba en su mundo.
-¡Está bien, vale, me rindo,
pero por favor, para! Hahahahahahahaha- le rogué a Louis, no podía aguantar más
cosquillas, si no paraba pronto, iba a acabar teniendo agujetas en toda la
barriga de tanto reír.
-Uff, chicos, vaya manera de
tratar a dos damas -dijo Candy fingiendo indignación-. Por cierto, ¿a dónde
vamos con tanta prisa?
-Bueno, eso no os lo podemos
decir- bromeó Liam.
-Pero, ¿por qué no?.- pregunté.
-Pues porque es una sorpresa.
Tened paciencia, ya veréis que os gustará mucho- dijo Louis.
-Ay, madre, me dais miedo. Hahaha-
rió Candy.
-Hahaha, no te preocupes, no
es ni peligroso ni arriesgado. ¿O si?- añadió Liam enigmático.
-Claaaro, tú déjanos con la
intriga.- protesté.
-Hahaha, bueno, vosotras
esperad, encima que os hemos sacado como a dos princesas y os llevamos en
brazos- rió Lou.
-¡Pues qué manera de sacar a
dos ''princesas''!- dijo Candy.
-¡Pues sí! No creo que liguéis
mucho de esa manera, hahahaha.- ataqué yo.
-Bueno, ya. Dejad el tema,
que ya estamos llegando y os vamos a poner una venda en los ojos para que no veáis
a dónde os traemos. ¡Así será más divertido y os llevareis una sorpresa mayor!-
dijo Zayn.
-¡Hombre, Zayn, si estás aquí!
No te había visto, ni oído -ironizó Candy.
-Mmmm, bueno, pensaba en mis
cosas, supongo- se defendió Zayn.
-Vale, esperad un momento,
que os colocamos las vendas. ¡Os va a encantar!- prometió Louis.
-¡Socorro! ¡A saber a dónde
nos han traído!- dije yo.
Nos pusieron unas vendas en
los ojos y comprobaron que no viéramos nada de nada. Entonces siguieron
caminando y, pasados cinco minutos, se detuvieron. Más o menos cinco minutos más
tarde llegó alguien, deduje que era un chico por la voz, y concluí que se conocían
y que venía con nosotros.
-¡Al fin has llegado! ¿Estás
listo?- preguntó Louis.
-Sí, ¿son ellas tus amigas?-
se interesó el chico misterioso.
-Sí, son Amanda y Candy. Ahora
te las presentaremos, es que llevan los ojos vendados para que sea una sorpresa
cuando vean adónde las hemos traído.-dijo Louis.
-Ah, bien, bueno. Entonces
vamos para allá.- cerró el chico.
Entonces empezaron a caminar
de nuevo, ellos seguían hablando con el chico. Sentía curiosidad por saber quién
era. Creo que caminamos unos diez minutos, aunque se me hicieron eternos. Luego
pararon y empezaron a hablar con quien supuse que era una señora, o al menos
tenía voz de señora de cincuenta años.
-Buenos días, soy Louis
Tomlinson.- se presentó muy correcto Lou.
-¿Tiene reserva?- interrogó
la señora.
-Sí, está a nombre de ''The
Tommo''- dijo Louis.
-Ah, sí, aquí está. Es para
seis, ¿no?- respondió la señora.
-Sí, exacto. ¿Está todo listo
para empezar?- preguntó a su vez el chico misterioso.
-Sí, pasen por aquí, por
favor.- indicó la señora.
Volvimos a movernos y
entramos en un espacio que olía a humedad. Supuse que sería una piscina, un spa
o algo así. Entonces Louis me bajó y Liam dejó en el suelo a Candy.
-¿Estáis preparadas para ver
adónde os hemos traído?- preguntó Liam.
-Supongo que sí... Chicos, me
dais un poco de miedo- dijo Candy.
-Hahaha. No te preocupes,
Candy. Seguro que te gusta- bromeó Zayn.
Entonces nos quitaron la
venda y lo primero que vimos fue...
Etiquetas:
fanfic,
harry styles,
niall horan,
novela harry styles,
novela niall horan,
novela one direction,
novelas,
novelas fan,
one direction
martes, 15 de enero de 2013
CAP #3
*Narra Candy
Cuando Liam me quitó la venda
de los ojos tuve que acostumbrar la vista a la luz de aquel lugar. Al principio
me extrañé un poco, porque estábamos en una especie de vestuario de piscina o
de spa. Había bancos para sentarse, taquillas, duchas... Pero en lo que me fijé
fue en que en uno de los bancos había seis trajes de neopreno, dos un poco más
estrechos y pequeños (supongo que son de mujer) y otros cuatro más largos y
anchos (supuse que eran para hombre). Enseguida giré la cabeza buscando a
Amanda, y en cuanto la vi, supe que ella también se había dado cuenta de que
había trajes de neopreno para todos. Entonces pensé en el chico que se nos había
unido la primera vez que paramos y que ahora no veía en ningún sitio. Tuve
curiosidad por saber quién era y justo en ese momento entró un chico por la
puerta. Pero no era el amigo de Louis y los demás, parecía un monitor (bastante
guapo y apuesto, por cierto) que venía a darnos las indicaciones que debíamos
seguir.
-Bueno, en diez minutos estará
todo listo, así que ya podéis poneros los neoprenos.-ordenó el monitor.
-Pero, ¿para qué? ¿Qué vamos
a hacer?-dijo Amanda.
-Pues vais a...-empezó el
monitor.
-¡Es una sorpresa! No pueden
saberlo hasta que salgan y lo vean- le interrumpió Louis.
-Bueno, lo siento, chicas, si
es una sorpresa no os lo puedo decir- dijo el monitor con una sonrisita
burlona.
-¡Pues qué bien! Seguimos sin
saber qué hacemos aquí- dije yo.
-Venga chicas, poneos el
traje- insistió Liam.
-Claro, ¡y nos lo ponemos
encima de la ropa!-dijo Amanda.
-Ah, por eso no os preocupéis,
hemos traído un bikini, supongo que os estarán bien. Los hemos comprado de la
talla de Eleanor y Danielle- dijo Zayn.
Sacaron unos bikinis de la
mochila y nos los dieron: el mío era rosa fucsia, muy bonito y algo llamativo;
el de Amanda era azul marino y blanco a rayas horizontales.
-Espero que te gusten las
rayas. Lo he elegido yo -le dijo Louis a Amanda.
-Sí, es muy bonito,
gracias.-contestó Amanda.
-El tuyo lo elegí yo- aclaró
Liam.
-¡Me encanta! El color es
genial- respondí.
Entonces ellos fueron a otra
parte del vestuario para cambiarse. Nosotras empezamos a quitarnos la ropa,
pero yo fui un momento al baño. Así que Amanda siguió desvistiéndose. De
repente oí un grito. Salí tan rápido como pude del baño y me encontré a Amanda
tapándose como podía el sostén y las braguitas, ya que se había quitado la ropa
y justo en ese momento había entrado un chico rubio, aunque como estaba de
espaldas no le podía ver la cara. Amanda estaba roja como un tomate.
-¡No te gires!- le suplicaba
Amanda al chico.
-Lo sé, lo sé. No estoy
mirando- respondió, nervioso, el chico.
-¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Qué ha
sido ese grito?!- Liam entró deprisa en el vestuario, seguido de Louis y Zayn. Pero
en cuanto vieron que Amanda estaba en ropa interior se giraron los tres
imitando al chico rubio.
-¡Genial! ¡Que venga más
gente!- dijo Amanda.
-A ver, desde el principio. ¿Qué
ha pasado, Amanda?- quise saber.
-Yo me estaba cambiando, ¡y
este sinvergüenza ha entrado tan normal por la puerta! Entonces le he gritado
que se girara y lo ha hecho, ¡pero si no, se habría quedado tan tranquilo!-
explicó Amanda muy enfadada.
-¡Woooow! Niall, no conocíamos
tu faceta sinvergüenza. Hahahaha- rió Louis.
-Pero, que no ha sido a propósito.
¿Tú crees que yo voy a dedicarme a ir por los vestuarios buscando chicas en
bragas?- dijo el chico rubio, que al parecer se llamaba Niall, un poco alterado
por la acusación de Amanda.
-Bueno, calmaos. Niall, ¿entonces
por qué has entrado aquí?- intervino Liam intentando suavizar la situación.
-Porque Lou me dijo que nos
viéramos en el vestuario número 1. Y éste es el número 1- se defendió Niall.
-¡Oops, es verdad! Pero como
tardabas tanto decidimos empezar a vestirnos y ellas se quedaron en este
vestuario- dijo Louis.
-Emm...¿hola? Sigo aquí,
ejem. ¿Podemos seguir discutiéndolo luego? Me gustaría ponerme algo de ropa, en
vez de seguir aquí en bragas, no sé, creo que sería conveniente- se quejó
Amanda.
-¡Oh, sí! Bueno, nos vamos al
otro vestuario. Sentimos el incidente. Hehe. Y daos prisa, que está a punto de
empezar. Sólo faltan cinco minutos- dijo Zayn.
Entonces los chicos se
fueron, de espaldas, para no ver a Amanda en ''paños menores''. Nosotras
seguimos desvistiéndonos para ponernos el bikini y luego el traje de neopreno. Mientras
tanto, se me ocurrió preguntarle a Amanda.
-Y... cuando el chico ha
entrado, ¿le has visto la cara?-.
-No, bueno, solo me ha dado
tiempo a verlo unos segundos. ¿Por qué lo preguntas?- respondió, todavía un
poco enfadada.
-Oh, simplemente era
curiosidad. Y, ¿es guapo? Es que cuando he entrado estaba de espaldas y no he
podido verle la cara. Hehe- continué yo.
-¡Por Dios, Candy! ¡Eres una
ligona sin remedio! Hahaha. Bueno, en lo que sí me he fijado es que tiene unos
preciosos ojazos azules- confesó Amanda.
-Mmmm... interesante. Hahaha.
Bueno, vamos a acabar de vestirnos, que los chicos ya deben estar esperándonos-
dije yo.
Terminamos de ponernos el
traje de neopreno, aunque no sin un buen esfuerzo, ya que se no pegaba mucho a
la piel. Pero cuando lo conseguimos, dejamos las cosas un poco ordenadas y
salimos por la puerta del vestuario. Allí encontramos a los chicos, también con
sus trajes. Niall pidió perdón a Amanda por haber irrumpido de aquella manera
en el vestuario y ella aceptó las disculpas satisfecha. Mientras caminábamos
hacia unas puertas dobles que daban al exterior, el monitor nos dijo que fuera
teníamos todo el equipamiento necesario. Louis parecía nervioso, mientras que
los demás estaban simplemente contentos. Amanda y yo también estábamos algo
inquietas, aunque parecía que Amanda había encontrado una buena manera de
relajarse, ya que no paraba de mirar a Niall. Y aunque él no se diera cuenta,
yo, como buena mejor amiga que soy, sabía que a Amanda le gustaba algo que había
en él; no sé si eran sus preciosos ojos azules, su sonrisa... Aún no lo tenía
claro, pero seguro que en cuanto estuviéramos ella y yo a solas, le haría
soltarlo tooooodo.
Mientras yo iba pensando,
llegamos a las puertas que daban al exterior.
-¿Estáis preparadas, chicas?-
dijo Louis.
-Supongo que lo estamos...-
mentí yo.
-Bueno, pues ¡adelante! Las
damas primero- invitó Zayn.
Amanda y yo empujamos las
puertas (que pesaban lo suyo) y nos encontramos con una piscina enorme (menos
mal que era cubierta, porque si no nos hubiéramos congelado) y un monitor (me
atrevo a decir que éste era aún más guapo que el anterior, ¿qué pasa, aquí
todos los monitores son guapísimos?). El monitor nos hizo una seña para que nos
acercáramos y nosotras obedecimos. Los chicos nos seguían y cuando llegamos al
borde de la piscina, donde se encontraba el monitor-guapo-nº2, paramos. Él nos
dio una explicación básica de cómo nadar dentro de la piscina y qué órdenes
decir, según lo que queramos hacer. Entonces nos pusimos unas gafas de bucear y
unos patos. Nos metimos en el agua los seis y de repente abrieron unas
compuertas que estaban dentro de la piscina y entraron nadando cuatro delfines.
-Pero, ¿qué? ¿Delfines? ¿De
verdad?- preguntó Amanda algo asustada y maravillada a la vez.
-Sí, ¿no te gustan?- dijo
Liam.
-¡Me encantan!- exclamó
Amanda entusiasmada.
-Menos mal. Pero luego hay más,
esto sólo es la primera parte de la visita. Hahaha- prometió Louis.
-Y, ¿podemos nadar con ellos
y acariciarlos?- me interesé yo.
-¡Claro! Mira, te los
presento: estas dos de la derecha son Lola y Nessie, y los dos de la izquierda
son Rocky y Tom. Son muy simpáticos, podéis jugar con ellos y nadar.
-¡Dios mío, esto es increíble!
Chicos, no tendríais que haber hecho nada de todo esto, es demasiado para
nosotras. La verdad es que hasta ahora nosotras no hemos hecho nada por
vosotros, así que os lo tendremos que compensar de alguna manera- planteó
Amanda.
-Oh, no te preocupes, mis
padres son los dueños del acuárium, simplemente les he pedido el favor. Además,
no tenéis que hacer nada por nosotros, queríamos daros una buena bienvenida a
Londres y conoceros un poco más. Así que no hay nada que agradecer, sois amigas
nuestras y nos gusta pasarlo bien con nuestras amigas- explicó Zayn.
-¡Son los dueños de todo
esto! Caray, Zayn, es impresionante- se asombró Candy.
-Bueno, de todas maneras, nos
gustaría agradecer todo lo que habéis hecho por nosotras, así que la próxima
vez que quedemos, lo preparamos nosotras- dijo Amanda.
-Bueno, si queréis prepararlo
vosotras, no pondré ninguna pega. Pero tampoco os comáis mucho el tarro. Hehehe-
intervino Louis.
-Bueno, ¿empezamos a nadar o
qué?- dijo Liam.
-¡Sí!- respondí.
Entonces los seis empezamos a
nadar por toda la piscina con los delfines. Era una pasada, no parecía real,
estar nadando rodeada por esos animales tan increíbles. Después nos dieron unas
pelotas hinchables y aprendimos cómo se enseña a hacer trucos a un delfín, y
como número final hicimos una especie de natación sincronizada con los delfines
debajo del agua, ¡la verdad es que nos quedó realmente bien! Salimos de la
piscina unas dos horas más tarde, todos parecíamos viejecitos de lo arrugados
que estábamos por haber estado tanto tiempo en remojo.
-¡Wow, chicos, de verdad que
ha sido increíble!- Amanda no podía dejar de sonreir.
-Sí, ha sido alucinante-
Niall le dio la razón.
-Tenemos que volver a hacerlo
algún día- intervino Liam.
-Bueno, en eso no hay
problema, cuando queráis venir me lo decís y DJ Malik se encargará de todo. Hahaha-
rió Zayn.
De camino al vestuario fuimos
hablando y riendo. Había sido una experiencia genial y muy divertida. Aunque
ahora, en cuanto nos quedáramos a solas, tenía que empezar con mi
interrogatorio a Amanda. Los chicos se fueron a su vestuario a ducharse y
vestirse y nosotras fuimos al nuestro.
-Amanda- la abordé.
-¿Qué?- contestó.
-¿Te lo has pasado bien?-
pregunté con un interrogante en los ojos.
-Sí, ha sido muy divertido-
confesó.
-Si... ya lo he visto... ese
chico rubio... no te desagrada, ¿eh?- dije yo, como quien no quiere la cosa.
-¡Pero qué burradas dices!
Ese chico es simpático, pero para nada es mi tipo. Más bien me parece algo
maleducado, por el incidente de hoy y todo eso- respondió ella algo molesta.
-Bueno, vale. No te pongas así,
sólo preguntaba- dije yo.
-No, si no me enfado, pero no
entiendo cómo has llegado a la conclusión de que ‘no me desagrada’. Hahaha-
dijo Amanda, dándole un aire burlón al citar lo que yo había dicho.
-¡Ha ha, muy graciosa!- le
repliqué.
Entonces oímos a los chicos,
que hablaban bastante más alto de lo normal. Así que no se nos ocurrió otra
cosa que pegar la oreja a la pared para escuchar lo que decían.
-Entonces, ¿qué opinas de la
chica?- preguntaba Liam.
-¿La que me habéis
presentado? ¿Aquella morena de pelo rizado?- dijo Niall.
-Sí, esa- decía Louis.
-Bueno, sinceramente no me ha
gustado nada- contestaba Niall.
En ese momento vi cómo Amanda
cambiaba de cara, ya que ambas supusimos que hablaban de nosotras, de ella en
particular.
-Bueno, es maja- replicaba
Zayn.
-En mi opinión es la chica más
insolente, necia, arrogante, antipática, egoísta y superficial que he conocido
en mi vida- contestó Niall.
-Entonces, si quedamos con
ella, ¿no vendrás?- dijo Louis.
-Absolutamente no- cerró
tajante Niall.
Etiquetas:
fanfic,
harry styles,
niall horan,
novela harry styles,
novela niall horan,
novela one direction,
novelas,
novelas fan,
one direction
lunes, 14 de enero de 2013
CAP #4
*Narra Amanda.
Candy y yo nos separamos de
la pared húmeda del vestuario.
-¡¿Cómo se atreve ese
rubiales engreído a hablar así de mí?! ¡Casi no me conoce y se da el derecho de
criticarme de esa manera! ¡Será insolente! ¡Maleducado!- seguí despotricando y
gritando.
-Amanda, Amanda, tranquilízate.
No estamos seguras de si hablaba de ti o de cualquier otra chica- intentó
calmarme Candy.
-¿No? A ver, una chica que le
acaban de presentar, que es morena, de pelo rizado. ¡Como no le hayan
presentado a mi hermana gemela secreta, definitivamente hablaban de mí! ¡Es que
no lo entiendo! ¡¿Por qué **** va a decir eso de mí?! ¡No soy arrogante, antipática...!-
seguí gritando. Aunque creo que Candy ya no me escuchaba, ya que parecía haber
desconectado. Suele hacerlo cuando empiezo a gritar cosas sin sentido y que no
llevan a ninguna conclusión.
-Amanda, por favor. ¡Para!
Además, si hablaba de ti ¿qué más te da?- dijo Candy.
-Eh, no, si a mí me da
igual...no me afecta en absoluto lo que ese rubiales diga de mí. Buff, es que
paso mil, me da exactamente igual- me defendí.
-Bueno, entonces deja el
tema. No le des más importancia. Pasa de él y ya está, no tenéis por qué ser
amigos- agregó Candy muy tranquilamente.
Seguimos hablando de toda la
experiencia de los delfines y de lo mucho que nos había gustado, mientras nos
vestíamos. Cuando acabamos de recoger todas nuestras cosas salimos a la sala
por donde habíamos entrado para salir al exterior e ir a por los coches. Durante
todo el camino estuve pensando en todo lo que había ocurrido con Niall y lo que
habíamos escuchado en el vestuario. Estaba furiosa, no me cabía en la cabeza
por qué decía eso. Pero, bueno, iba a dejar de pensar en el tema y no darle más
importancia. Cuando llegamos al parking me fui a subir al coche de Louis, que
es en el que habíamos venido, pero como los padres de Zayn le habían dado un
montón de cajas para que se las llevara en el coche de Louis, una persona tenía
que ir en el coche de Niall. Louis dijo que si me apetecía ir a mí porque eso
nos daría la oportunidad de conocernos más y hablar. (Supongo que Louis pensó
que por el incidente sucedido con Niall, nos vendría bien conocernos un poco
mejor para intentar llevarnos bien.)
-¿Yo? Emm, puede ir Liam. Sois
amigos... así hablaréis y todo eso- dije con cero ganas de ir en el coche con
ese individuo.
-No, así habláis y
"empezáis de nuevo". Así será como si el incidente no hubiera
ocurrido y os conociérais por primera vez.-dijo Liam muy convencido, a pesar de
mi mala cara.
-No es una mala idea, así me
podré presentar como Niall Horan, no como el chico-sinvergüenza-que-ha-entrado-en-tu-vestuario-mientras-te-cambiabas-
añadió Niall con una sonrisa que nadie podría rechazar.
-Está bien, pero vas a tener
que llevarme a las residencias de la universidad- exigí yo, accediendo a regañadientes.
Todos montaron en los coches
y yo subí al coche de Niall, quien por lo visto no tenía ni idea de dónde
estaban las residencias femeninas de la universidad, así que yo tendría que
explicarle todo el camino para llegar hasta allí. Aunque yo tampoco lo tenía
muy claro, ya que siempre era Candy la que conducía, pero seguro que sabría
llegar.
Durante medio trayecto
ninguno de los dos dijo nada y nos limitamos a escuchar la radio. De vez en
cuando uno de los dos musitaba algo así como "Oh, esta canción me
gusta". Pero, aparte de eso, nada más. Empezamos a hablar un poco cuando él
me preguntaba qué carretera tomar y yo me limitaba a responder.
*Narra Candy.
Íbamos los cuatro en el coche
de Louis un poco apretados, pero a gusto, hablando y riendo. Me pregunté cómo
estaría Amanda en el coche a solas con el rubiales al que tanta antipatía había
cogido. Estaba tan sumergida en mis propios pensamientos y en lo que hablaban
los chicos, que para cuando me di cuenta ya habíamos llegado a una casa. Era
una vivienda unifamiliar, grande y con un bonito jardín delantero. Aparcamos el
coche y todos bajamos.
-¿Dónde estamos?- pregunté.
-Oh, hemos pasado por casa
antes de dejarte en la universidad. Solo será un momento, queríamos ver si
Harry está bien. Porque no contesta al teléfono y no ha dado señales de vida, y
estamos un poco preocupados- explicó Louis, bastante apurado.
-Oh, genial. Ningún problema,
de todas maneras es pronto, así que no tengo prisa en volver- respondí.
Liam sacó las llaves y abrió
la puerta. El recibidor de la casa era espacioso y estaba muy bien decorado y
además estaba recogido. (Cosa que no me esperaba, ya que allí viven cinco
chicos). Entramos todos y mientras íbamos avanzando por las habitaciones, nos
dimos cuenta de que estaba toda la casa a oscuras. Noté que Louis se ponía un
poco tenso, al no ver a su compañero. Los chicos se distribuyeron por la casa
para buscarlo, y yo quería ayudar, pero como no conocía a Harry, no tenía ni
idea de cómo era, así que me quedé con Louis. Fuimos mirando habitación por
habitación hasta que llegamos al salón, donde la televisión estaba encendida y
la película ‘Titanic’ estaba puesta.
-¿Harry? ¡Hareeeeeeeh! -gritó
Louis lleno de alegría- ¡Estás aquí! ¡Oh, Dios mío, estaba súper preocupado! No
has contestado ninguna de mis llamadas- Harry estaba tirado en el sofá con un
paquete de pañuelos y un bol lleno de palomitas con chocolate por encima-. Harry,
vamos. No quiero que estés llorando por ella- se acercó Louis.
-Vamos Boo Bear, calla- dijo
Harry entre sollozos-. Esta es la parte más interesante. Está a punto de
hundirse el barco. ¡¿Por qué el mundo es tan cruel?!- Harry empezó a llorar y a
sonarse la nariz.
-Harry, cómo se te ocurre ver
esta película estando así de sensible. Oh, pequeño. No te preocupes, todo saldrá
bien- le consoló Louis.
Yo, mientras, alucinaba en
colores. Solamente presenciar esa escena, ya era raro. Un tío llorando
desesperadamente al ver 'Titanic' y otro intentando consolarle. La verdad es
que siempre me había imaginado esta escena con chicas. Pero, en fin, supongo
que el chico está sensible.
-¡No me digas que se
solucionará! ¡El chico va a morir! ¡¿Por qué es el amor tan cruel?!- siguió
llorando Harry.
Entonces no pude contenerme y
estornudé.
-¿Eh? ¿Quién está ahí? ¡¿Quién
eres tú?! ¡¿Por qué estás en mi casa presenciando uno de los momentos más patéticos
de mi vida?! ¡Louis!- el chico se puso muy nervioso al darse cuenta de que
estaba detrás suyo. Supongo que le dio vergüenza.
-Emm, yo... lo siento. Soy
una amiga de Louis, no quería molestarte. Louis, creo que será mejor que llame
a un taxi y me vaya, tu amigo te necesita- dije, sintiéndome fatal por el pobre
chico.
-Oh, no. Candy, quédate. A
Harry le vendrá bien tu compañía. Hace semanas que no habla con una mujer, no
parece él. Necesita recuperarse, y tú serás su tratamiento- decidió Louis en
tono burlón.
-Louis, lo digo en serio. No
creo que a tu amigo le haga mucha gracia verme por aquí, así como está- me
defendí.
-Ejem... -el chico se
incorporó en el sofá-. Yo estoy perfectamente. No me pasa absolutamente nada. Es
más, puedes quedarte si te apetece- dijo, muy convencido.
-¡Hazza! ¿Y esta repentina
actitud? Candy, vas a tener que venir más a menudo, has reanimado a Harry-
exclamó Louis sorprendido por la reacción de su amigo.
-Hahaha. Bueno, en tal caso,
estaré encantada de venir siempre que me invitéis. Os aseguro que llegaréis a
suplicarme que no vuelva más, hahaha- dije entre risas. Y entonces me pareció
ver el asomo de una sonrisa, una espectacular sonrisa, en el rostro del chico
triste, que encendió una lamparita que había junto al sofá. Fue en ese momento
cuando pude ver la belleza que la oscuridad me había impedido ver. Me fijé,
sobre todo, en sus ojos verdes. Preciosos. Tenía un cabello rizado y oscuro del
que me enamoré nada más verlo, ¡caray, vaya pelo! En general, tenía unas facciones
muy agradables a la vista, por decirlo de alguna manera.
Sentí cómo me ruborizaba
cuando me quedé mirándole con cara de idiota y él se giró y me pilló embobada. ¡Qué
vergüenza! Enseguida giré la cabeza e hice como que miraba un cuadro con cara
de fascinación. Entonces escuché una risita traviesa y supe al momento que se
trataba de Louis.
-¿Qué te parece tan
gracioso?- preguntó Harry.
-Nada, es solo que... Candy,
disimulas fatal- dijo Louis.
-¿Eh? ¿Yo? Lo siento, estaba
absorta contemplando ese magnífico cuadro- repliqué haciéndome la loca.
-Si... más bien contemplabas
otra cosa. Hahaha. Harry, de veras creo que le has causado una muy buena
impresión a Candy- bromeó Louis.
-¿Qué? Bueno Lou, no sé a qué
te refieres. Pero da igual. Candy, ¿verdad?- yo asentí, todavía un poco
ruborizada. -¿Quieres tomar algo?- siguió Harry.
-Oh, no, gracias- contesté yo
mirando a otra parte para que no me viera toda colorada.
-Está bien. Louis, ¿tú
quieres algo?- dijo Harry.
-Sí, puedes traer, emm ¿una
lata de Coca-cola?- pidió Louis.
-Sí, ahora vuelvo.-dijo Harry
mientras salía de la habitación.
-Candy, por Dios. Sólo ha
faltado que Harry se iluminara en luces de neón y que tú lo señalaras. Porque más
disimulada mirándolo no podías ser- dijo Louis en un tono sarcástico.
-Pero, ¡¿qué dices?! Yo no le
estaba mirando, solamente estaba pensando en mis cosas y me he quedado
embobada- me estaba justificado cuando. justo en ese momento, entraron Liam y
Zayn por la puerta.
-Chicos, a Candy le gusta
Harry. Se ha quedado mirándolo fijamente- cotilleó Louis a los chicos.
-¿Qué? ¿En serio?- Liam parecía
sorprendido.
-¡Qué fuerte! ¿Harry? ¿De
verdad?- se asombró Zayn.
-No, no, no. Chicos, no es lo
que pensáis. No me gusta Harry. Primero, no lo conozco, y segundo... ¡no me
gusta!- me expliqué muy nerviosa porque podía llegar Harry y escuchar esta
conversación.
-¡Pero si te he pillado comiéndotelo
con los ojos!- insistía Louis, quien parecía divertirse mucho con los
comentarios atrevidos que soltaba. Entonces llegó Harry y de repente todos se
callaron.
-¿Qué pasa? ¿Por qué os calláis?-
preguntó él extrañado.
-Emm... nada. Hablábamos-
disimuló Liam, que miró a Zayn para que continuara hablando.
-Sólo hablábamos de...
gatos...- siguió Zayn y miró a Louis.
-Sí, eso... gatos. Le preguntábamos
a Candy cuál es su... raza favorita- intercedió Louis, que me dejó el marrón a
mí.
-¿Ah, sí? A mí me encantan
los gatos. ¿Cuál es tu favorito?
-Pues... emm... ese que es...
¿peludo?- improvisé yo. No tengo ni idea de gatos. ¡Voy a matar a Louis!
-¿Los persas?- preguntó Harry
emocionado.
-¡Sí, exacto, esos!- lancé
yo, aliviada porque Harry no hubiera notado que no tenía ni idea de gatos.
-Ah, a mí me encantan. Es una
raza preciosa y muy sociables- dijo Harry.
-Sí, son... muy bonitos.
Bueeeeeno... hablando de gatos, ¿no deberíamos llamar a Amanda para saber si ya
ha llegado?- cambié de tema.
-No te preocupes, seguro que
ahora está en vuestra habitación pasándoselo genial con Niall- intervinno Liam.
-No creo que se lo esté
pasando genial, precisamente- dije yo, pensando en lo que Amanda opinaba sobre
Niall.
-¿Por qué lo dices? Niall es
un chico realmente simpático- quiso saber Zayn, defendiendo a su amigo.
-Bueno, no es raro que a
Amanda le caiga mal Niall cuando éste ha dicho lo que ha dicho de ella- confesé
yo.
-Pero, ¿qué ha dicho de ella?
Que yo sepa, Niall no ha dicho nada sobre Amanda- Louis estaba extrañado.
-Bueno, resulta que cuando
estábamos en el vestuario del acuárium, os escuchamos hablar a través de la
pared. Y Niall decía de ella que era la chica más necia, egoísta, arrogante,
antipática e insolente que había conocido en su vida. Bueno, a Amanda no le
hizo mucha gracia eso- lo solté todo.
-¡¿Qué?! ¡Niall no ha dicho
eso de Amanda! ¡¿De dónde se ha sacado eso?!- Louis parecía indignado.
-Ah, puede ser que nos
escucharais hablando sobre una amiga de Perrie que le presenté a Niall
anteayer. Es una chica morena con el pelo rizado, un poco parecida, físicamente,
a Amanda. Pero te aseguro que en cuanto a personalidad no hay nada que ver,
Amanda es muy buena chica y muy simpática. Tal vez se confundiera. De hecho
Niall piensa todo lo contrario sobre Amanda- Zayn vio la confusión.
-¡Oops! Pues Amanda ahora
mismo me temo que odia un poco a Niall por eso. Pero bueno, no creo que le diga
nada -me preocupaba-. Y, por cierto, ¿qué piensa Niall de ella?
-Emm, es que no te lo puedo
decir, solo lo sabemos los chicos. Niall es bastante reservado en cuanto a sus
sentimientos, así que no creo que le hiciera mucha gracia que te lo contáramos-
Liam siempre tan caballeroso.
-Bueno, está bien. Si él es
así, no insistiré. Aunque no voy a negar que siento mucha curiosidad. Hehe-
confesé yo.
Etiquetas:
fanfic,
harry styles,
niall horan,
novela harry styles,
novela niall horan,
novela one direction,
novelas,
novelas fan,
one direction
domingo, 13 de enero de 2013
CAP #5
*Narra Amanda.
-Sí, ahora tienes que girar
ahí- le indiqué a Niall.
-¿Estás segura del camino?-
repuso él.
-¡Claro que sí! Pero, bueno,
si tú lo vas a saber mejor que yo...- me quejé.
-No, no quería decir eso. Solamente
quería asegurarme de que éste es el camino. No te lo tomes todo tan a mal- dijo
Niall en tono de disculpa.
-Bueno, ahora sigue por ahí.
-Está bien, pero luego creo
que el camino se bifurca. -indicó él.- ¿Por dónde sigo? ¿Derecha o izquierda?
-Pues... no estoy muy segura,
no me suena de nada este camino- en el fondo estaba muy preocupada, porque realmente
no tenía ni idea de dónde demonios estábamos.
-Genial, ahora estamos
perdidos...- Niall parecía desorientado y asustado.
-Bueno, conduce un rato más,
seguro que llegamos.
Niall no parecía estar muy
convencido de que llegaríamos a la universidad. Supongo que estaba ya tan harto
de estar conmigo que quería deshacerse de mí cuanto antes y dejarme en casa
para irse con su novia o algo por el estilo.
-Ya sé que no soportas mi
compañía, pero podrías disimularlo un poco...- le solté yo.
-¿Qué? ¿Pero qué dices?-
preguntó él sorprendido por mi inesperado ‘ataque’.
-Lo que has oído. Estoy
segura de que preferirías estar en otro sitio con tu novia, en vez de en este
coche conmigo.
-Bueno, tú no sabes nada.-
cerró él, hermético.
-Oh, créeme que sí sé cosas...-
repliqué yo.
-Bueno, y dime, ¿de dónde te
las has sacado?- respondió él algo borde.
-Pues han salido nada más y
nada menos que ¡de tus labios!
-Oh, ¿si? ¿Cuándo? Si se
puede saber- se enfadó el.
-Pues, ¡ah! -me sentí muy
frustrada- ¡Hoy, en el vestuario del acuárium! ¿Sabes? ¡Candy y yo os
escuchamos hablar de una chica que acababas de conocer morena de pelo rizado!
-Ah, ¿y piensas que me refería
a ti?- preguntó él, algo confuso porque yo supiera de la conversación.
-¡Está claro!
-Claro, yo no tengo nada más
importante que hacer que ponerme a criticarte. Además, nunca diría eso de ti-
respondió él muy frustrado porque yo siguiera enfadada.
-Seguro que no...- terminé
yo.
Pasó un buen rato desde que
discutimos. Ninguno de los dos quería hablar. Él miraba al frente y yo por la
ventana. Aunque estaba todo sumergido en una intensa oscuridad, no se veía nada
más allá de lo que iluminaban los faros del coche.
-Para el coche- corté el
silencio.
-¿Qué?
-Que pares el coche.
-¿Para qué quieres que pare
el coche?
-Porque así lo único que
hacemos es alejarnos del camino. Es mejor que pares el coche aquí y mañana por
la mañana ya veremos cómo salimos de este campo. Porque tampoco hay cobertura,
así que estamos perdidos. No nos queda otra que pasar la noche aquí- expliqué
yo.
-Tienes razón, pero no creo
que puedas soportar una noche conmigo- se burló.
-¡Qué gracioso! Bueno, tumba
los asientos de delante y así haremos una especie de cama. Yo dormiré atrás y
como se te ocurra pasarte un centímetro de tu lado, te corto el brazo. No
quiero que te acerques, ya tengo bastante con tener que dormir cerca tuyo- dije
yo cortante.
-¡Oh, cuidado que no te pase
algo! Hahaha.
-¿Qué te hace tanta gracia? Porque
estar perdida en el campo contigo, te aseguro que no es nada gracioso.
-Nada, es solo que me encanta
la manera en que te enfadas. Es como si sacaras la niña que llevas dentro.
-Gracias por llamarme
infantil.
-No es eso. Lo que quiero
decir es que en el mundo hay mucho odio, pero cuando tú te enfadas no es como
si transmitieras odio, sino más bien es como una rabieta. No sé, me da esa
sensación, y me gusta. Hahaha.
-Pues te aclaro que estoy
realmente enfadada, no es ninguna rabieta- puse voz de niña y luego le saqué la
lengua. Él se rió.
-Bueno, va a ser que al final
no soy tan malo, porque ya no estás enfadada.
-Oh, sí que lo estoy. Así que
buenas noches y déjame dormir- dicho esto me giré para pasar a la parte de atrás.
Me tumbé y cogí una manta que había, mientras tanto él colocaba los asientos de
delante poniéndolos horizontalmente y acomodándose.
-Buenas noches, pequeña- dijo
él en un tono desenfadado y dulce.
Lo último que dijo me hizo
sonreír, aunque en cuanto me di cuenta de que estaba sonriendo, me ordené a mí
misma borrar esa sonrisa de mi cara, ya que no tenía ningún sentido. Me
acurruqué en las mantas, al fin y al cabo, el coche era bastante cómodo. Estaba
empezando a relajarme y a dormirme cuando Niall habló.
-¿Puedes parar de hacer
ruidito con el pie?
-Lo siento, pero no puedo
dormir si no muevo el pie. Es una manía rara que tengo desde pequeña, no puedo
evitarlo- protesté yo.
-¿En serio?
-Sí, ¿algún problema?
-Pues, hombre, aparte de que
me pone nervioso y no me deja dormir, nada más.
-Bueno, pues te aguantas, si
hubieras sabido cuál era el camino, no estaríamos aquí perdidos.
-Claro, yo tengo toda la
culpa. Pues creo recordar que cierta señorita dijo que sabía perfectamente cuál
era el camino -mientras dijo esto, me giré para verle. Y cuando vi que su
rostro estaba iluminado por la luz de la Luna me empecé a ruborizar. ¿Pero qué haces,
Amanda? No tiene sentido que te ruborices. ¡Por Dios, no me entiendo ni
yo!-Bueno, ¿no vas a decir nada?- siguió él al ver que yo no decía nada.
-Eh... ah ¡sí! No ha sido
culpa mía, en absoluto. Y ahora déjame dormir.
-Pero, ¿vas a dejar de
moverte?
-No, ya te he dicho que es
una manía.
-Genial, voy a tener ruidito
toda la noche. En serio, adoro tus manías- se quejó él sarcásticamente.
-Bueno, ¡yo no puedo hacer
nada! Es mover el pie o aguantarme toda la noche despierta hablando! Y supongo
que prefieres dormir, así que no te quejes- finalicé la conversación y me volví
para intentar dormir.
Estuve unos buenos veinte
minutos dando vueltas. No podía dormir. Me giré para ver la hora en el coche. Las
diez. La noche se me iba a hacer muy larga. Antes de girarme miré a Niall. No
podía creer que hubiera soltado todas aquellas barbaridades sobre mí, parecía
tan inocente mientras dormía. Estaba pensando todo esto cuando me interrumpió.
-¿Por qué me estás mirando
dormir?- Niall abrió un ojo para mirarme, acusador.
Menos mal que no había luz,
pensé. Porque de no ser así, me habría visto totalmente colorada.
-¿Yo? No te estaba mirando,
solo me he girado para mirar la hora.
-No, me estabas mirando
fijamente, y creo que hasta he visto un asomo de sonrisa en tu boca- replicó él.
-¡Qué tontería! ¿Podemos
volver a dormir?
-Si... pero me estabas
mirando. Hahaha.
Me giré para no seguir
hablando con él. Esta vez era la definitiva, me iba a dormir. De una manera u
otra. Oí que él se movía, así que supuse que se habría girado para dormir. Así
que yo también me moví para dormirme por fin.
*Narra Candy.
Estuvimos un par de horas
hablando y riendo. Harry me caía realmente bien, además de que era REALMENTE
guapo. Cuando miré el reloj vi que eran las diez, así que pensé que sería mejor
volver a la residencia a estar con Amanda, para cotillear y esas cosas.
-Mmmm, Louis, ¿podrías
llevarme a la universidad?- pregunté.
-¡Yo te llevo! -saltó Harry.-
Es decir, ejem, te llevo yo, si quieres. Es por salir un poco de casa...
-Está bien, ¿te parece bien
Louis?- dije indecisa.
-¡Sí, perfecto, genial, fantástico!
Venga Harry, iros ya-. Louis parecía entusiasmado con la idea.
-Bueno, vale. Ya nos vamos. Hahaha.-
Harry se divertía con la actitud de Lou.
Harry me acompañó hasta la
puerta y cogió las llaves de su coche. Fuimos hasta el coche y me abrió la
puerta, después entro él por el otro lado. Durante el camino fuimos hablando y
riendo. Harry se estaba portando genial conmigo, me encantaba hablar con él.
-Ya hemos llegado- dijo él.
-Sí... -yo no quería
despedirme.- Mmmm, ¿te molestaría acompañarme?
-¡No! -respondió en un
segundo-. Es decir, claro, ¿por qué no? Te acompaño.
Salimos del coche y fuimos
hacia mi habitación, tuvimos suerte de que no hubiera llegado la mujer que
vigila la puerta. Si no, Harry no hubiera podido entrar. Cuando llegamos a mi
puerta saqué las llaves, pero cuando abrí me sorprendió ver que Amanda no
estaba. Cogí el móvil y la llamé, pero me salía el contestador.
-¿Tu amiga no está?- preguntó
Harry.
-No, es muy raro, Niall la
iba a traer aquí. Hace horas que deberían estar aquí. Tampoco contesta el teléfono.
Estoy un poco preocupada.
-Espera, voy a llamar a
Niall- Harry sacó su teléfono y marcó, esperó un poco, pero Niall tampoco
contestaba-. Qué raro. Niall siempre contesta al teléfono.
-Estoy muy preocupada, ¿y si
les ha pasado algo con el coche?
-Tranquila, si hubiera habido
un accidente ya lo sabríamos.
-Tienes razón, pero aún así
me preocupa -me angustiaba pensar que les podía haber pasado algo.
-¿Quieres que me quede
contigo hasta que sepamos algo?- se ofreció él.
-Sí, por favor. Si no es
mucho pedir, me encantaría que te quedaras.
-Pues yo estaría encantado de
quedarme, así que me quedo. Hahaha.
Con él a mi lado me sentía un
poco más tranquila. Estuvimos hablando un montón, de muchísimas cosas. Nos reímos
un montón. Después encendimos la televisión para ver si ponían alguna película
buena, y como no ponían nada, le dije si le apetecía ver ‘Tres metros sobre el
cielo’, una película española que tenía en dvd traducida al inglés. La pusimos
y nos tumbamos en la cama a verla, me sentía tan bien a su lado, tapada
con una manta. Simplemente, se estaba
genial. A Harry le gustó mucho la película y cuando la acabamos de ver era la
una y cuarto de la madrugada. Pero yo no quería dormir, quería seguir hablando
con él. Entonces oímos un ruido, venía de la ventana. Me asusté. ¿Qué era eso?
Y, ¿a estas horas?
-¿Has oído eso?- pregunté a
Harry asustada.
-Sí, venía de la ventana. Voy
a ver qué es.
Harry cogió un flexo antiguo
que pesaba una tonelada, supongo que por si acaso era un ladrón o algo así. Se
puso pegado a la pared y con un movimiento rápido abrió la ventana y se colocó
delante de ella con el flexo cogido como si fuera un bate de béisbol. Vimos una
sombra aparecer por la ventana.
-¡Harry! ¡Pero qué haces! ¡¿Pensabas
pegarme con eso?! ¡Hay que ver, has conocido a Candy y ya no me quieres!- se
burló Louis de Harry.
Entró por la ventana, pero
vimos más sombras detrás de él. Y entraron Zayn y Liam. Harry sostenía el
flexo, alucinando; yo, desde la cama, también alucinaba. Pero ellos, tan
normales, no parecieron ni inmutarse de que Harry sostuviera un flexo enorme en
la mano.
-¡Traemos pizzas y algo de
beber!- Liam levantó las cajas que llevaba en la mano.
-Genial, la verdad es que
tengo hambre. Pero supongo que no habéis venido a traer las pizzas, ¿no?-
pregunté, mirando a Louis.
-Bueno, como es tarde y Harry
no contestaba el teléfono hemos decidido venir a ver si estabais aquí. Sentimos
interrumpir en vuestro nidito de amor.- Louis hizo un corazón con las manos y
sonrió de manera pícara.
-Vamos, Boo Bear. No te
pongas celoso, amor. Hahaha. Sabes que eres el único para mí- se rió Harry.
-Bueno, ¿quién quiere pizza?-
dijo Zayn.
Pusimos las cajas de pizza en
el suelo y nos sentamos alrededor a comer. Durante el resto de la noche
estuvimos hablando y riendo. Con esos chicos es imposible que uno se aburra.
Son geniales.
Sobre las cuatro y media,
estaba tan cansada que empecé a quedarme dormida. Harry estaba semi-tumbado en
mi cama y yo estaba tumbada sobre su pecho. Estaba tan a gusto, no quería
moverme ni un milímetro. La verdad es que en una tarde-noche nos habíamos
conocido tanto, que me sentía súper cercana a él. Mientras ellos hablaban, se
me iban cerrando los ojos. No podía aguantarlos abiertos, así que al final dejé
de luchar y caí en un sueño profundo.
Etiquetas:
fanfic,
harry styles,
niall horan,
novela harry styles,
novela niall horan,
novela one direction,
novelas,
novelas fan,
one direction
sábado, 12 de enero de 2013
CAP #6
*Narra Amanda
El sol entró por la ventana
del coche y me dio de lleno en la cara, así que intenté abrir los ojos, aunque
me costaba mucho, ya que había dormido fatal y tenía mucho sueño. El final
conseguí abrirlos, y me costó un poco acostumbrarlos a la luz. No sabía muy
bien dónde estaba, hasta que me acordé de lo sucedido con Niall, en el campo. Genial,
ahora tendríamos que buscar el camino de vuelta a casa. Creo que estaba más
dormida que despierta, pero estaba casi segura de que sentía un peso encima mío,
que no estaba soñando. Giré la cabeza y me encontré la cara de Niall a unos
pocos centímetros de la mía, tan cerca que podía sentir su respiración. Por un
momento me quedé pensando por qué estábamos abrazados, pero luego reaccioné.
Le di un empujón a Niall e
intenté deshacerme de sus brazos, pero seguía dormido como un tronco. No había
forma de moverle.
-¡Niall, despierta! ¡Estás
encima mío! ¡Abrazándome! ¡¿Recuerdas la norma de no pasar ni un milímetro de
tu lado?! ¡Pues creo que te estás pasando UN POCO de tu lado! ¡Vamos,
despierta!- yo no paraba de gritar y ¡él ni se enteraba! Empecé a darle pequeños
codazos, pero tampoco servía. Intenté dar vueltas y escurrirme entre sus
brazos, pero me agarró más fuertemente-. ¡Oh, vamos, Niall! ¡Estás despierto,
no me tomes el pelo!
-Hahaha. ¡Es mi venganza por
haber estado haciendo ruidito toda la noche y por no haber parado de moverte!-
su sonrisa era encantadora.
-¡Qué idiota! ¡Niall, lo digo
enserio, suéltame!
-¿Idiota? ¡Ahora verás!- me
cogió más fuerte y empezó a hacerme cosquillas.
-¡No, por favor! ¡Cosquillas no!
-Mmm, ya sé cuál es tu punto
débil. Hahaha- Niall se divertía. Puedo decir que en ese momento me caía menos
mal.
Seguí riéndome por el ataque
de cosquillas de Niall. Él también se reía. Al fin y al cabo me lo estaba
pasando bien. Aunque cuando giré la cabeza hacia la ventana me pegué un susto
de muerte.
-¡Ah!- grité.
-¡¿Qué pasa?!- se asustó
Niall y dejó de hacerme cosquillas.
-Hay un tío en la ventana que
nos está mirando. Me da miedo- le susurré al oído para que aquel hombre no me
oyera. Niall se giró y también se asustó un poco. Nos levantamos y salimos del
coche.
-Lo siento, no quería
interrumpir nada, pero es que estáis en mi terreno- nos indicó el hombre, que
tenía pinta de granjero, de estos de campo, brutos de verdad.
-Oh, no interrumpe nada, de
veras. Lo sentimos mucho, ayer por la noche íbamos con el coche hacia la
universidad, pero nos perdimos y acabamos aquí. Así que decidimos aparcar el
coche e intentar encontrar el camino por la mañana, con luz- le explicó Niall.
-¡Oh! En ese caso, no pasa
nada. Mira, chico, el camino es por allí. Sigues recto unos cien metros y luego
giras a la derecha y luego a la izquierda. Después tú mismo verás los carteles
que indican el camino.
-Muchísimas gracias. Y lo
sentimos mucho por las molestias, ya nos vamos. ¡Gracias otra vez!- dijo Niall
mientras subía al coche para ponernos en camino lo antes posible.
Niall hizo una maniobra de
vuelta que pareció hecha por un profesional. Salimos de allí como un rayo.
Aunque los cien metros que había dicho el granjero parecían menos, claro, a la
velocidad que íbamos.
-Sí que tienes ganas de
librarte de mí- dije, refiriéndome a la velocidad.
-¿Eh? Oh, lo siento -redujo
un poco-. Es que pensé que ya debías estar harta de mí y que querrías llegar
cuanto antes.
-Oh, sí. Claro... estoy
cansada... quiero llegar ya...
-Mira, aunque no te conozco
mucho, ya sé algunas cosas de ti. Por ejemplo, que ya has perdido demasiado
tiempo a mi lado. ¡Oh! Y que tu punto débil son las cosquillas. Hahaha- él se
lo tomaba a broma, pero en sus ojos había un deje de tristeza. Porque él sabía
que yo iba en serio. Que realmente estaba cansada y quería irme a casa...
*Narra Candy.
Me desperté. Tenía mucho
dolor de cabeza y tenía el cuerpo dolorido. Intenté incorporarme y vi a cuatro
chicos tumbados en el suelo durmiendo, estaban todos como tirados unos encima
de otros. Me entraron ganas de reír.
-Chicos, despertad. Vamos,
arriba, bellos durmientes. ¿Chicos? Venga, no me hagáis esto -ellos seguían
durmiendo como troncos. Fui al baño para darme una ducha. La alargué hasta
media hora, total, los chicos dormían. Cuando salí del baño la habitación
estaba vacía. Me extrañó no encontrar a los chicos. Aunque no le di mucha
importancia, abrí el armario y empecé a vestirme. Pero de repente, cuando me
estaba acabando de abrochar el sujetador, oí cómo la puerta se abría.
-Hola Candy. Sentimos
habernos ido sin decirte nada, pero como estabas en la ducha... -Harry hablaba
mientras abría la puerta, pero en cuanto miró hacia arriba se quedó
boquiabierto-. Eh... yo... emmm... tú... estás... ejem... -Harry no
reaccionaba.
-¿Harry? Harry, reacciona. ¿Hola?
-Eh......
-¡Harry, por Dios!- me acerqué,
él seguía paralizado. Lo agarré por los hombros y lo zarandeé suavemente.
-¿Eh? ¡Oh! ¡Ah! -se dio la
vuelta para no mirarme en ropa interior- ¡Lo siento mucho! ¡No se por qué me he
quedado empanado! ¡Lo siento de veras!
-Bueno, no pasa nada, pero
ahora espera aquí fuera, que me voy a vestir.
Entonces llegaron Louis, Zayn
y Liam, que se habían retrasado un poco, pero venían detrás de Harry.
-¡Oh, Dios mío! ¡Harry! ¡Si
la acabas de conocer!- gritó Louis, alarmado. Los chicos se limitaron a girarse
y no decir nada. Pero entonces, llegaron Amanda y Niall. Lo que me faltaba.
-¡¿Candy?! ¡¿Qué haces?! ¡Por
Dios, estoy fuera una noche y te lías con cualquier chico que encuentras! ¡Me
parece muy mal! ¡Y encima ni siquiera me lo cuentas! -Amanda se puso histérica.
Estaba totalmente fuera de control.
-Amanda, cálmate. No es lo
que parece- típica frase. Hahaha- ¡Te aseguro que no me he liado con Harry!
-¿Harry? ¿No es ese tu amigo,
Louis?- dijo Amanda mirando a Lou.
-Sí... Harry, ¿puedes
explicarme qué está pasando?- le exigió Louis a Harry.
-Eh... yo... pues... solo
estaba... eh... -Harry no sabía qué decir.
-Emm, bueeeeeno, yo casi que
mejor me voy a vestir- dije, mientras arrimaba la puerta e iba hacia el armario
a vestirme. Ahora que lo pienso, ya llevamos dos incidentes en ropa interior, ¿raro?
Hahaha. No sé-. Ya estoy. Podéis pasar.
Los chicos entraron y se
sentaron, más o menos por toda la habitación.
-Cuéntanos, Candy. ¿Qué es
exactamente lo que ha pasado?- preguntó Amanda.
-Pues me estaba vistiendo,
cuando de repente entró Harry por la puerta y se quedó paralizado, y luego
llegasteis vosotros. No hay nada más que contar- expliqué.
-Y, ¿a qué venía Harry a tu
apartamento?- siguió Amanda.
-Bueno, los chicos y yo habíamos
ido a comprar algo para desayunar- explicó Harry. Zayn mostró las bolsas que
traía.
-Entonces, ¿habéis pasado la
noche aquí?- preguntó Niall.
-Sí, porque Candy estaba
preocupada por vosotros y queríamos hacerle compañía- dijo Liam.
-Por cierto, ¿vosotros dónde
habéis estado?- me acordé de repente.
-Pues... nosotros hemos
pasado la noche en el coche de Niall. Nos perdimos de camino a la universidad. Llegamos
hasta un campo y decidimos que lo mejor era parar el coche y esperar a que se
hiciera de día- explicó Amanda.
-¿Con que la noche en un
coche? ¿Perdidos en el campo?- insinuó Louis.
-Sí, y no he podido dormir
porque Amanda no paraba de moverse- se quejó Niall.
-Bueno, no me hubiera movido
si tú me hubieras dejado más espacio- replicó Amanda.
-¡Claro! ¡Pero si tú...-
insistió Niall
-¡Basta!- grité.
Nos interrumpió un golpe en
la puerta. Nos quedamos callados, mirando hacia allí.
-¿Hola? Chicas, ¿estáis ahí?-
la voz era la de nuestra revisora. La amargada, esa.
-¡Oh, no! Se supone que no
podemos tener chicos en nuestra habitación. Candy, ¿qué hacemos?- dijo Amanda
bajito para que la revisora no nos escuchara.
-Vale, a ver, que no cunda el
pánico -la revisora seguía insistiendo-.Vale, ¡que cunda el pánico! ¡Chicos,
todos al baño!- dije yo.
Los cinco se metieron en
nuestro mini-baño. Nosotras intentamos ordenar un poco la habitación y poner
cara de recién levantadas.
-Buenos días, señora Davis. ¿Hay
algún problema?- pregunté yo.
-Oh, no. Solo quería revisar
vuestro cuarto, me había parecido oír una voz de chico. Pero veo que todo está
en orden. Que tengáis un buen día, chicas- la revisora se fue, contenta de que
todo estuviera 'en orden’.
-Buf. Ha faltado muy poco. La
próxima vez tendremos que ir con cuidado- dijo Amanda.
En cuanto abrí la puerta del
baño los chicos salieron disparados en efecto dominó. Acabaron los cinco en el
suelo. Me reí.
-¡Qué baño más grande!- se
quejó Louis con sarcasmo.
-Bueno, no está pensado para
cinco tíos. Hahaha- seguí riéndome.
*Narra Amanda.
Terminamos de desayunar con
los chicos. Y como vi que Candy y Harry estaban hablando y riendo, muy bien el
uno con el otro, se me ocurrió un plan. Me acerqué a Louis y le susurré al oído.
-¿Por qué no nos vamos y
dejamos a Harry y a Candy solos? Parece que están muy bien juntos, así podrán
conocerse mejor.
-Oh, me gusta tu mente
malvada- Louis me devolvió el susurro, entre risitas.
Los dos miramos a Candy y a
Harry, quines estaban tan inmersos en su conversación que ni se enteraron.
-Bueno, Amanda. Creo que es
hora de que nos vayamos a casa, ¿nos acompañas?- dijo Louis mirando a los
chicos, y haciéndoles indirectas para que se levantaran y se fueran.
-¿Eh, adónde vais?- preguntó
Candy.
-Eh... voy a acompañar a los
chicos a casa. No te importa, ¿no?- le pregunté a Candy.
-Oh, ¿ya nos vamos, Louis?-
preguntó Harry.
-¡No! Digo... tú quédate.
Quiero decir, así no dejas sola a Candy...- se explicó Louis.
-Bueno, ¡nos vamos! Tardaré
un rato- me despedí de Candy con un gesto de la mano.
Los chicos y yo salimos del
edificio, medio a escondidas, ya que la revisora no podía andar muy lejos. Llegamos
a los coches y nos dirigimos hacia un centro comercial para perder un par de
horas. Se nos unieron Danielle, Eleanor y Perrie, que ya tenían ganas de pasar
un rato con sus chicos. Además, trajeron a Nicki y Laura, con las que me
llevaba genial.
Etiquetas:
fanfic,
harry styles,
niall horan,
novela harry styles,
novela niall horan,
novela one direction,
novelas,
novelas fan,
one direction
Suscribirse a:
Entradas (Atom)