miércoles, 2 de enero de 2013

CAP #16


*Narra Amanda.

Volvimos al autobús, aunque esta vez no fui tan animada como mientras veníamos, supongo que me había quedado un poco triste por dejar a esa perrita tan mona allí sola. Pero no podía llevármela, primero porque nos vamos a Mallorca en tres días y segundo, aunque me quedara, no permiten animales en la residencia... así que es imposible. Niall se había quedado un poco preocupado, no quería que yo estuviera triste.
Cuando, al fin, llegamos a la universidad, Candy y yo fuimos directas a la residencia y los chicos se fueron, algo decepcionados; supongo que esperaban que fuéramos a su casa... Entrar en el cuarto fue como: abrir puerta, tirar mochila al suelo, desplomarse en la cama. Estaba completamente agotada.


*Narra Zayn.

Las chicas se fueron casi sin despedirse, me quedé algo pensativo... De camino al parking nos encontramos a un par de compañeros de clase.

-¡Eh, tíos! ¿Vais a venir a la fiesta del viernes por la noche?- preguntó uno.
-¿Qué fiesta?- dijo Liam.
-Pues es la despedida de unas chicas que están de intercambio- contestó el otro.
-Y, ¿Candy y Amanda irán?- preguntó Harry.
-¡Claro!- respondió el primero.- Si al final decidís pasaros, es en el local de Greg a las diez, de la noche, obviamente.


*Narra Niall

Los dos chicos se despidieron y nosotros fuimos hacia casa, en los coches. Decidimos que sería buena idea ir y divertirnos un poco con Candy y Amanda. Al pensar esto me puse un poco nervioso, tenía ganas de ir a una fiesta con Amanda, pero a la vez me sentía intimidado por los otros chicos (mucho más guapos que yo) que iban a ir a la fiesta. La verdad es que siempre me he considerado un chico más bien feo, así que ahora que he conocido a Amanda y sé que tengo alguna oportunidad con ella, no quiero perderla. Bueno, prefiero no pensar en eso, que me deprimo... En cuanto llegamos nos pusimos cómodos, cenamos algo y en seguida nos fuimos a nuestras habitaciones, supongo que todos estamos cansados. Aunque yo me quedé mirando al techo y pensando, no sé muy bien en qué, un poco de todo.


*Narra Harry.

Me tumbé en mi cama, con la cara hundida en la almohada. ¡Estoy tan confuso! No tengo ni idea de qué siente Candy por mí, y soy tan cobarde que no soy capaz de ir y preguntarle a ella directamente.

-¿Se puede?- llamaron a la puerta.
-Adelante...- respondí. Liam entró.
-¿Estás bien? Niall y tú nos tenéis un poco preocupados...
-Mmm, sí, sólo que... estoy algo pensativo... por Candy.
-¿Y eso?
-Porque me ha dicho que ya no está enamorada de su novio... pero creo que tampoco de mí...
-¡¿Qué dices?! ¡Qué fuerte! ¡Pero seguro que eres tú del que se ha enamorado!- Liam se emocionó y habló a gritos. Los chicos le oyeron e invadieron mi habitación.
-¡¿Candy está enamorada de ti?!- intervino Zayn.
-¡Qué fuerte!- exclamó Niall.
-¡¿Cuándo pensabas decírmelo?!- Louis se puso de los nervios.
-Louis, cálmate, no está enamorada de mí, sólo es Liam que lo piensa...- me sonó el teléfono.- ¿Hola? ¿Candy? ¿Qué quieres? ¡¿Qué?! Candy, ¿has bebido? Está bien, ahora mismo voy- Iba a coger mi chaqueta y las llaves del coche, cuando me volvió a sonar el móvil.- ¿Candy? Oh, Amanda, ¿qué pasa? Sí, acabo de hablar con ella. ¡¿Que qué?! Oh, lo entiendo, claro, está bien. Mañana hablamos, adiós.
-¿Qué ha pasado?- preguntó Zayn, ansioso por saber.
-Sí, cuenta- siguió Niall.- ¿Qué ha dicho Amanda?
-Pues primero, Candy me ha dicho que necesitaba hablar conmigo de un tema serio, que fuera hacia allí. Pero después, Amanda me ha dicho que olvidara lo que me ha dicho Candy, que no está en condiciones para saber lo que dice...
-¡Tienes que hablar con ella mañana!- ordenó Liam.
-Sí, lo sé. Mañana la iré a buscar para que me explique todo esto...

Los chicos salieron de mi cuarto y fueron a los suyos, me dormí en seguida.


*Narra Candy.

Cuando nos despertamos era muy pronto, aunque no teníamos nada de sueño, ayer nos dormimos muy pronto. Tenía mucho dolor de cabeza, ayer la bebida no me sentó demasiado bien. Lo que pasó fue que bebí un par de chupitos, no sé, simplemente estaba algo baja de ánimos. Antes de ir cada una a su clase, decidí preguntarle algo a Amanda.

-Amanda, ayer... ¿qué pasó? Recuerdo hablar con Harry, pero no recuerdo que viniera...
-Oh, ayer... pues... le llamaste y le dijiste que viniera en seguida porque tenías que hablar con él de algo importante.
-Pero... ¿de qué? -me quedé pensando en qué le quería decir a Harry ayer por la noche- ¡Ah! Creo que ya sé lo que quería decirle...
-¿Y bien?
-Pues... creo que le llamé para decirle que le quería...
-Candy, ya hablamos de esto el otro día... pasado mañana nos vamos...
-Lo sé... mejor no le digo nada...

Nos despedimos y cada una se fue a su clase.


*Narra Candy.

La mañana transcurrió tranquila, con normalidad. Al salir de clase, para ir hacia la cafetería, donde había quedado con Amanda; me encontré con Harry.

-Eh, Candy... ayer me llamaste. ¿Qué era eso tan importante que querías decirme?- Harry fue directo al grano. Sentí que mi cara enrojecía.
-¿Ayer? No recuerdo haber hablado contigo...- intenté usar la táctica de hacerme la loca.
-Oh, Candy, no soy idiota. Sé que recuerdas perfectamente lo que querías decirme, no puedes haberte olvidado de algo tan importante...- parecía desesperado.
-Pues, no, creo que lo he olvidado. Mala suerte, cuando lo recuerde iré a buscarte- me di media vuelta para irme. Él me agarró del brazo.
-Candy, por favor. ¿Por qué lo haces todo tan complicado? ¡Estamos a Jueves y el Martes casi te acuestas conmigo, no creo que fuera porque te aburrías! ¡A no ser que seas tan lo que no digo como para hacerlo simplemente para reírte de mí!
-¡¿Insinúas que yo hice eso para divertirme un rato?! ¡Harry te estás pasando!- me di la vuelta, dándole la espalda.
-Oh, lo siento, lo siento. No quería decir eso, es sólo que ¡me estás volviendo loco! -seguí ignorándole.- ¿Vas a enfadarte por eso?
-Creo que oigo una voz... -dije mirando alrededor mío- No sé de quién es...
-¡Candy, por favor! ¡¿Podemos hablar con un poco de madurez?!- Harry se estaba poniendo de los nervios.
-Gracias por llamarme inmadura...
-¡Ah!- Harry estaba tan frustrado que pegó un grito y pegó un puñetazo a una taquilla, casi la aboya.
-Vale, está bien, salgamos de aquí- le cogí de la mano y me lo llevé fuera del instituto, no quería que las cosas se descontrolaran.
-Candy, seamos sinceros el uno con el otro de una vez por todas- me miró directamente a los ojos. Su voz empezaba a temblar, pero él quería decirme toda la verdad.
-Harry... ¿por qué haces esto?- bajé la mirada al suelo, no podía soportar que esos ojos llenos de tristeza me miraran.
-¡Porque te quiero, joder! ¡Déjame hacerte feliz! ¡Sé que tú también me quieres, aunque no quieras admitirlo!- me quedé sin saber qué decir, así que me lancé a sus brazos y le di un abrazo, cargado de sentimientos. Después le miré a los ojos unos instantes y él se inclinó hacia adelante para besarme, pero yo me aparté.
-Harry... es mejor que no -me separé de él- Lo único que hacemos es sufrir los dos...
-Está bien... creo que será mejor que me vaya... -se giró para irse, pero dio media vuelta y sacó un paquete de su mochila- Toma, es para tu ''miedo'' a los gatos, te dije que iba a ayudarte, así que... bueno, toma- me dio el paquete y se fue sin decir nada más.

Observé el paquete, era blandito. En ese momento me sentí muy mal. Sentí que acababa de perder algo muy importante, como una parte de mí. Cambié la dirección y fui directa a la habitación, no tenía ganas de hablar con nadie.


*Narra Amanda.

Estuve esperando un buen rato a Candy, pero en su lugar vi a Niall entrar por la puerta. Se dirigía hacia donde yo estaba sentada y, como esperaba, se sentó en la silla vacía.

-¿Estás bien?- preguntó él.
-Si... ¿a qué viene esa pregunta?- me resultó extraño que me preguntara eso.
-Ah, es que ayer por la tarde te vi algo triste. Ya sabes, por la perrita.
-Oh, sí, es que me encariño mucho con los animales. También me recordó a mi gata, en España, a veces es como la única que me entiende- Niall sonrió.
-¿Vienes esta tarde al centro comercial?- él abordó de repente.
-Claro, seguro que a Candy le apetece.
-Me refería a... no importa, genial, los chicos estarán encantados de... ir de compras.

Me levanté, le di un beso en la mejilla y me despedí de Niall, hasta la tarde. Si no iba ya hacía mi clase volvería a llegar con retraso. Entré en el aula pero no vi a Candy, se supone que ya tendría que estar dentro, tenemos Latín juntas.

-¿Dónde está su amiga? Srta. Michelena.- ''Señor Rutherford, con su cara de asco, está amable como siempre.'' Me hubiera gustado decírselo, pero no podía.
-Pues no tengo ni idea, habíamos quedado para venir pero...
-Está bien, no me interesa- se giró y empezó con la clase. ¡Pero si ha preguntado él! ¡¿Cómo que no le interesa?! ¡Este hombre me pone de los nervios!

Las clases de la tarde fueron las más aburridas y largas de mi vida. Pero bueno, al fin habían acabado. Fui directa a la habitación, a ver si encontraba a Candy y, efectivamente, allí estaba ella, tirada en la cama con el pijama puesto.

-¿Qué ha pasado? ¿Por qué estás así?
-Abre ese paquete, si no te importa.
-¿Qué es?
-Me lo ha dado Harry y no quiero abrirlo yo. ¡Me ha dicho que me quiere, que quiere hacerme feliz y yo no he podido decirle nada! ¡Lo único que he dicho es que es mejor para los dos que no pase nada entre nosotros! -me quedé escuchándola, medio atontada- ¡Abre el maldito paquete ya!
-¡Vale, ya voy!- abrí el paquete y vi que dentro había una camiseta gris y una nota doblada.- Es una camiseta, ah y una carta- le tendí ambas cosas y ella las examinó.
-Es una camiseta de ''I like cats''.
-¿Y? Si a ti no te gustan los gatos...
-¡Pues por eso!- Candy se puso como una loca y yo no entendía nada de nada, hasta que me explicó lo que había pasado en el refugio de animales.
-Ah, ahora lo entiendo. ¿Y qué pone la carta?
-Ahora la leo...- Candy desplegó el papel y empezó a leer, mientras yo esperaba a su lado. Mientras leía se le cayó una lágrima y yo le abracé, para que se sintiera mejor. Cuando acabó de leer se giró hacia mí.
-¿Qué dice?- pregunté con interés.
-Básicamente dice que me quiere y que no va a rendirse. Porque está seguro de que yo también le quiero, y no se equivoca. Dice que desde que me conoce siente algo muy intenso por mí y que quiere seguir sintiéndolo el resto de su vida, a mi lado- Candy soltó otra lágrima. Volví a abrazarla.
-Tranquila, no importa que sigas- estaba intentando consolarla cuando tocaron a la puerta. Me levanté a ver quién era.- ¿Niall? ¿Qué haces aquí?
-Habíamos quedado para ir al centro comercial después de las clases.
-¡Oh, es verdad! Ahora salimos, un momento- me giré hacia Candy y susurré- Corre, Candy, arréglate un poco que nos vamos de compras. Nos queda un día aquí, vamos a aprovecharlo.

Levanté a Candy de la cama y ella se vistió, mientras yo preparaba algo de dinero para comprar las últimas cosas. Salimos y Niall nos llevó al centro comercial en su coche, allí nos esperaban los demás, en cuanto Candy vio a Harry se puso muy nerviosa e incómoda.

-Bueno... creo que os dejamos hablar un rato y mientras vamos a Victoria's Secret (tienda de lencería femenina)- dije yo, evitando que la tensión aumentara.
-Sí... mejor nosotros os esperamos en Nando's mientras comemos algo...- Niall se llevó a los chicos, también había notado la incomodidad entre Candy y Harry.
Entramos en la tienda y empezamos a mirar ropa interior y algunos pijamas monos.
-Lo siento, no debí haberte pedido que vinieras, tendría que haber supuesto que Harry vendría- me disculpé con Candy.
-No pasa nada, tampoco puedo pretender evitarlo y no verle más; aunque en dos días eso será posible, cada uno en un país...
-Bueno, no pienses en eso ahora.
-Tienes razón, es nuestro último día de compras y vamos a disfrutarlo.


*Narra Candy.

Amanda y yo cogimos un montón de lencería muy mona y fuimos a los cambiadores a probárnosla. Estábamos tan tranquilas cuando escuchamos unos gritos que venían de la tienda, era voz de hombre. Asomé la cabeza y vi que Amanda había hecho lo mismo, fue entonces cuando nos dimos cuenta de que era Alex el que estaba vociferando y cogiendo a un chico por el cuello de la camisa. Me puse mi ropa lo más rápido que pude y salí a ver qué pasaba.

-¡Alex! ¡¿Qué haces?! ¡Deja a ese chico!- grité. Alex me miró con ira en los ojos.
-Este cerdo os estaba espiando mientras os probabais la ropa interior.
-¡Pero las cosas no se solucionan dándole un puñetazo en la cara!- entonces llegaron Niall y Harry.
-¡¿Qué está pasando?!- en cuanto Harry me vio allí en medio de los dos chicos vino corriendo.
-¿Y Amanda?- preguntó Niall.
-¡Estoy en el probador, espera ahora salgo!- contestó ella.
-¡Eh! ¡Suelta al chaval!- Harry defendió al ''mirón''.
-¿Que pasa, tú también quieres?- amenazó Alex a Harry.
-Inténtalo- desafió Harry. Alex iba a pegarle un golpe muy fuerte en la nariz cuando yo me puse en medio, así que lo único que recuerdo es un gran dolor y ver sangre caer desde mi ceja.

*Narra Amanda

-¡Joder! ¡Candy! ¡¿Por qué demonios te has puesto delante?!- oí que se lamentaba Alex. Salí del probador corriendo y fui donde estaban todos.
-¡¿Qué ha pasado?!- vi a Candy tumbada en el suelo.
-¡Luego te lo explico todo! ¡Me la llevo al hospital!- Harry estaba cogiendo a Candy en brazos.
-Vale, está bi¿¡TODO ESO ES SANGRE!? ¡Oh, Dios mío, creo que me estoy mareando...!- todo me daba vueltas, las rodillas me fallaron y a partir de ahí todo se volvió negro.



3 comentarios:

  1. Me encantaron todos los capitulos nuevos pero que le paso a amanda y candy siguela pronto xfavor

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    1. Muchas gracias! Si, el diecisiete está a puntito jajaja lo subiré pronto :)

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  2. Mm...jajajaj por favor, seguid¡

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