*Narra Amanda.
-Ni siquiera te atrevas a
intentarlo, no me enamoraré de ti. Aunque si insistes tanto será porque te
interesa que me enamore de ti...- le miré con una sonrisa provocadora.
-¿Pero qué dices? Tss,
simplemente era para demostrarte que te ibas a enamorar de mi.
-Bueno, ya te lo he dicho,
aunque me besaras no me enamoraría de ti. Nunca.
-Ya sabes, nunca digas
nunca...- él volvió a empezar a acercarse a mí. Y yo ya no podía ir más atrás.
Cuando sus labios estuvieron a un par de milímetros de los míos, me armé de
valor y le di un bofetón.
-¡¿Pero qué...?- yo ya no le
escuchaba, me había levantado y había salido de la habitación dando un portazo.
*Narra Candy.
-¿Harry? ¿Qué haces? ¿Que me
divierta? Por favor, pensaba que tú no eras de esos. Harry, pensaba que podríamos
ser amigos. Pero ya veo que todos los hombres sois iguales...- de verdad Harry
me había decepcionado.
-No, Candy, sólo quería
comprobar si te gusto.
-Oh, genial. Encima lo haces
para saber algo, no se te ocurra preguntar, no. Además tengo novio, y no soy de
esas fáciles. Aunque, claro, supongo que tú estás acostumbrado a que las chicas
se te tiren encima. Será mejor que me vaya...
-No, por favor. No te vayas -él
se iba acercando a mí- no quería que te sintieras mal. Lo siento, sé que soy
idiota -cada vez estaba más cerca, sus labios a punto de tocar los míos- Perdóname,
te prometo que no volverá a pasar.
-Harry, para.- quise
retroceder, porque mi imaginaba lo que Harry pretendía. Pero calculé mal el
espacio y - ¡Aaaaaaaahhh! -me caí de la cama. ¡Qué bien! Ya no podía hacer más
el ridículo.
-¡Candy! ¿Estás bien? Espera,
te ayudo.
-No, déjame. Voy a buscar a
Amanda, quiero irme de aquí.
Salí al pasillo y encontré a
Amanda, con pinta de estar muy enfadada. No quise preguntarle, porque leí en
sus ojos que no quería hablar. Supe que las dos teníamos la misma idea: salir
de allí lo más rápidamente posible. Pero luego me di cuenta de que no teníamos
coche... da igual, llamaré a un taxi, pensé. Bajamos las escaleras y oímos a
Harry.
-¡Candy, espera! ¡Por favor,
no te vayas!- Harry venía tras nosotras.
-¡Olvídame!- le contesté.
Entonces todos los chicos
salieron de sus respectivas habitaciones, preguntándose qué pasaba. Liam fue el
primero en reaccionar, a pesar de que parecía medio dormido, y darse cuenta de
que nos estábamos yendo, vestidas solamente con una camiseta larga y bragas. Nos
íbamos a helar, pero no me importaba, no quería pasar un minuto más cerca de
ese cerdo. Y pensar que me había creído todo ese rollo de ser amigos.
-¡Esperad! ¡Candy, Amanda! ¿Qué
ha pasado?- Liam estaba preocupado- No lleváis ropa, vestíos y lo hablamos.
-No. Por favor Liam, ¿nos
podrás traer la ropa al apartamento mañana?- le pedí.
-Por supuesto- Liam entendió
que en ese momento no queríamos hablar con nadie.- No os preocupéis, mañana os
la llevo.
-Gracias Liam.- agradeció
Amanda mientras salíamos. Sacó el móvil y llamó a un taxi.
*Narra Amanda.
Fuera llovía a cántaros y hacía
un frío terrible. Aunque entre la ira y la rabia que sentía no me importaba que
hiciera frío. El taxi llegó y el conductor no parecía muy simpático, tenía
pinta de un malhumorado, cansado y estresado londinense. Subimos y le indicamos
la dirección de la residencia, el hombre estaba un poco atónito ante la situación:
dos chicas, medio en bragas, a altas horas de la madrugada... Un tanto inusual.
El hombre tardaba un poco en arrancar, y antes de que lo hiciera vimos a Harry
salir de la casa, mojándose, gritándole algo a Candy. Pero ella lo ignoró, no
sabía por qué, pero debía estar realmente enfadada. Durante todo el camino
ninguna dijo una sola palabra, ya tendríamos tiempo de hablar cuando llegáramos,
ahora solo queríamos calmarnos un poco.
Llegamos a la residencia e
intentamos pasar sin que la señora Davis nos viera, pero nos fue imposible. Así
que ya nos habíamos ganado el primer castigo. La noche no podía ir peor. Entramos
en la habitación y nos desplomamos en la cama, nos metimos debajo del edredón y
empezamos a hablar, cada una desde su cama.
-Y bien, ¿qué ha pasado?-
pregunté yo, rompiendo el silencio.
-Pues... estaba en la cama,
esperándote. Cuando entró alguien, que resultó ser Harry. Se metió en la cama e
intentó besarme e imagino que también quería llegar a algo más. Le dije que tenía
novio y todo eso, y él va y me dice que sólo quería comprobar si a mi me
gustaba él. Me he quedado alucinada. Teniendo en cuenta que esta misma tarde me
había dicho que podíamos ser buenos amigos y eso... supongo que todos los
hombres son iguales.- Candy lo soltó todo.- Ahora, cuenta tú.
-Pff... después de salir a
buscarte en medio de la noche me metí sin querer en la habitación equivocada,
la de Niall. Y me acerqué a darle el abrazo de buenas noches que te doy a ti
siempre. Claro, yo pensaba que la que estaba en la cama eras tú, no él. Total,
que hemos empezado a discutir y él me dice ''Seguro que te enamoras de mi si te
beso.'' Y yo le he dicho que no, él se ha ido acercando más, hasta que lo tenía
a unos milímetros. Pero yo le he pegado una bofetada, ya que me parece algo
inapropiado que me bese, después de haber dicho todo aquello de mi, además de
que no hace ni una semana desde que nos conocemos.
-O sea, que resulta que esos
tíos son unos cerdos. Creo que los únicos decentes son Louis, Liam y Zayn...- Candy
pensaba en voz alta.
-Deberíamos dormir, o mañana
no podremos levantarnos.
-Yo mañana no pienso ir a
clase.- ella estaba muy convencida.
-No podemos faltar, ya lo
hicimos el viernes. Y tenemos que aprovechar la beca, ya sé que Harry está en
tu clase, pero tú ignórale.
-Si no queda más remedio...
Apagué la luz y me giré, para
intentar dormir. Estuve unos quince minutos pensando en todo lo que había
ocurrido. Pero al final conseguí dormirme.
Por la mañana el despertador
sonó demasiado pronto, o al menos, a mí me lo pareció. Desperté a Candy, que
estaba en un estado catatónico (el sueño le afecta mucho). Nos vestimos,
cogimos las cosas y fuimos a clase. Nos separamos, ya que nuestras clases están
en alas diferentes, supe que me encontraría a Niall, pero pensaba pasar de él.
*Narra Candy.
Entré en clase de Literatura
y vi que Harry y Louis ya estaban dentro. Harry hizo un amago de levantarse,
pero en cuanto vio que me giraba para irme a otra mesa, volvió a sentarse. Dejé
mis cosas e intenté concentrarme, pero a mitad de la clase alguien me llamó.
-Pss, Candy- oí que
susurraban. Me giré y vi que era Louis. Le ignoré.- No me ignores, que yo no te
he hecho nada.
-¿Qué quieres?- intenté
disimular, para que el profesor no me escuchara.
-Toma- me pasó un papel
doblado.
-¿Qué es esto?
-Tú míralo.
Abrí el papel y vi que se
trataba de una caricatura que había hecho Louis del profesor. La verdad es que
me hizo mucha gracia, era tan ridícula. Miré a Lou, que me hizo una señal para
que girara el papel. Había escrito algo: ''Candy, no sé qué ha pasado, pero no
quiero que te enfades conmigo ni con el resto de los chicos. Si te hace sentir
mejor, no dejaré que Harry venga cuando quedemos contigo, pero lo hemos hablado
y no queremos perderos como amigas por lo que ha pasado. PD: Me ha quedado bien
el retrato, ¿a que si? Hahaha.'' Sinceramente, me daba un poco de pena
distanciarme de ellos, porque en estos días me había divertido mucho y me
encantaba pasar tiempo con ellos, pero teniendo en cuenta que Harry es su mejor
amigo, creo que será mejor no saber nada de ninguno, al menos de momento. Seguramente
volvamos a ser amigos, pero por ahora no; prefiero alejarme.
La iba a escribir esto a
Louis cuando el profesor se paró delante de mí. Levanté la vista y vi su
espeluznante cara, mientras me tendía la mano para que le diera el papel. Y se
lo di.
-Oh, señorita García. Me
encanta que sea toda una artista, pero creo que éste no es el momento. Puede
irse fuera a seguir dibujando- estaba dispuesta a levantarme e irme cuando...
-¡He sido yo!- Louis se
levantó de la silla- Écheme a mi. Yo he dibujado eso.
-Bien, señor Tomlinson. Entonces
puede irse usted fuera- Louis salió de la clase, pero antes de hacerlo me guiñó
un ojo. Supongo que para que yo no me sintiera mal.
*Narra Amanda.
Como siempre, llegaba un poco
tarde. Iba corriendo por los pasillos. Al fin llegué a la maldita aula de Química,
¡¿por qué diantres tenía que estar tan lejos?! Llamé a la puerta y entré, casi
sin aliento.
-¿Otra vez haciendo footing,
Amanda?- menos mal que la profesora era simpática. Toda la clase se giró hacia
la puerta, donde yo estaba. ¡Qué vergüenza!- Busca un sitio libre e intenta
seguirnos- fui avanzando, pero todas las mesas (que eran de dos) ya estaban
ocupadas. Vi que Zayn y Liam se habían puesto juntos, y que en la mesa de al
lado estaba Niall, con el asiento contiguo vacío.- Amanda, siéntate al lado de
Niall, es el único sitio libre.
-Está bien...- dejé mi bolso
en el suelo y me quité el abrigo, poniendo cara de asco.
Me pasé toda la clase de
espaldas a él, auque de alguna manera sentía su mirada clavada en mí. Tanto que
llegó a darme un poquito de pena, como un perro abandonado, pero al recordar la
ridícula situación en la que me había puesto decidí seguir ignorándole hasta
nueva orden. Parecía que el tiempo iba más lento de lo normal. Pero al fin sonó
la campana. Cogí mis cosas y me dirigí a la puerta, pero alguien me detuvo,
agarrándome del brazo. Me temía lo peor, pero al girarme con un gesto de
altivez, me di cuenta de que no era Niall quien me seguía.
-Oh, Liam. ¿Qué quieres?- le
pregunté.
-Toma, aquí tienes vuestra
ropa- me tendió una bolsa.
-Gracias. Bueno... tengo que
irme- salí y me dirigí a la habitación.
*Narra Harry.
Verla y no poder ir y
hablarle me estaba matando. ¿Por qué tuve que ser tan estúpido? Últimamente la
estaba cagando mucho con Candy. Y me dolía no poder estar con ella. Salí de la
clase, al fin había acabado, para buscar a Louis. Necesitaba hablar con él. Le
encontré de camino a la puerta de salida.
-¡Hey, Lou!- le llamé.
-Harry, tenemos que hablar. Ahora.
Les he enviado un mensaje a los chicos para que vayan directamente a casa. Niall
y tú tenéis que contarnos qué pasó anoche.
-¡Wow! Ni que pudieras leer
mi mente. Estaba a punto de decirte eso mismo.
-Harry... te conozco
demasiado- él se rió. Fuimos a buscar el coche para ir a casa. Se ve que los
chicos se apresuraron mucho al leer el mensaje de Louis, porque cuando llegamos
todos estaban sentados en el sofá, listos para la charla.
-Y bien, ¿quién empieza?-
preguntó Liam.
-Creo que yo... -dije- Bueno,
entré en la habitación de Louis, donde iban a dormir las chicas. Y como vi que
Candy estaba sola, decidí entrar. La abracé y ella pensó que yo era Amanda, y
le dije que se dejara llevar. Porque pensaba que yo a ella le gustaba, pero
ella encendió la luz y me dijo que tenía novio y que le parecía increíble que
después de que yo le dijera que podíamos ser buenos amigos, intentara liarme
con ella. Que todos los tíos somos iguales... lo típico. Pero yo creo que lo de
que tiene novio lo dice para hacerse la difícil...
-Harry, sólo una pregunta. ¡¿Qué
diablos tienes dentro de la cabeza?!- gritó Zayn.- ¡¿Cómo se te ocurre lanzarte
así?! ¡No hace ni una semana que la conoces!- parecía realmente enfadado.
-¡No lo sé! ¡Simplemente no
podía frenar mis ganas de besarla!- solté.
-¡Harry! Entonces, ¿realmente
te gusta Candy?- me preguntó Louis.
Aiixx muero de amoor bdxhsyegfdwjedgewjh *-*
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