miércoles, 9 de enero de 2013

CAP #9


*Narra Amanda.

-Ni siquiera te atrevas a intentarlo, no me enamoraré de ti. Aunque si insistes tanto será porque te interesa que me enamore de ti...- le miré con una sonrisa provocadora.
-¿Pero qué dices? Tss, simplemente era para demostrarte que te ibas a enamorar de mi.
-Bueno, ya te lo he dicho, aunque me besaras no me enamoraría de ti. Nunca.
-Ya sabes, nunca digas nunca...- él volvió a empezar a acercarse a mí. Y yo ya no podía ir más atrás. Cuando sus labios estuvieron a un par de milímetros de los míos, me armé de valor y le di un bofetón.
-¡¿Pero qué...?- yo ya no le escuchaba, me había levantado y había salido de la habitación dando un portazo.


*Narra Candy.

-¿Harry? ¿Qué haces? ¿Que me divierta? Por favor, pensaba que tú no eras de esos. Harry, pensaba que podríamos ser amigos. Pero ya veo que todos los hombres sois iguales...- de verdad Harry me había decepcionado.
-No, Candy, sólo quería comprobar si te gusto.
-Oh, genial. Encima lo haces para saber algo, no se te ocurra preguntar, no. Además tengo novio, y no soy de esas fáciles. Aunque, claro, supongo que tú estás acostumbrado a que las chicas se te tiren encima. Será mejor que me vaya...
-No, por favor. No te vayas -él se iba acercando a mí- no quería que te sintieras mal. Lo siento, sé que soy idiota -cada vez estaba más cerca, sus labios a punto de tocar los míos- Perdóname, te prometo que no volverá a pasar.
-Harry, para.- quise retroceder, porque mi imaginaba lo que Harry pretendía. Pero calculé mal el espacio y - ¡Aaaaaaaahhh! -me caí de la cama. ¡Qué bien! Ya no podía hacer más el ridículo.
-¡Candy! ¿Estás bien? Espera, te ayudo.
-No, déjame. Voy a buscar a Amanda, quiero irme de aquí.

Salí al pasillo y encontré a Amanda, con pinta de estar muy enfadada. No quise preguntarle, porque leí en sus ojos que no quería hablar. Supe que las dos teníamos la misma idea: salir de allí lo más rápidamente posible. Pero luego me di cuenta de que no teníamos coche... da igual, llamaré a un taxi, pensé. Bajamos las escaleras y oímos a Harry.

-¡Candy, espera! ¡Por favor, no te vayas!- Harry venía tras nosotras.
-¡Olvídame!- le contesté.

Entonces todos los chicos salieron de sus respectivas habitaciones, preguntándose qué pasaba. Liam fue el primero en reaccionar, a pesar de que parecía medio dormido, y darse cuenta de que nos estábamos yendo, vestidas solamente con una camiseta larga y bragas. Nos íbamos a helar, pero no me importaba, no quería pasar un minuto más cerca de ese cerdo. Y pensar que me había creído todo ese rollo de ser amigos.

-¡Esperad! ¡Candy, Amanda! ¿Qué ha pasado?- Liam estaba preocupado- No lleváis ropa, vestíos y lo hablamos.
-No. Por favor Liam, ¿nos podrás traer la ropa al apartamento mañana?- le pedí.
-Por supuesto- Liam entendió que en ese momento no queríamos hablar con nadie.- No os preocupéis, mañana os la llevo.
-Gracias Liam.- agradeció Amanda mientras salíamos. Sacó el móvil y llamó a un taxi.


*Narra Amanda.

Fuera llovía a cántaros y hacía un frío terrible. Aunque entre la ira y la rabia que sentía no me importaba que hiciera frío. El taxi llegó y el conductor no parecía muy simpático, tenía pinta de un malhumorado, cansado y estresado londinense. Subimos y le indicamos la dirección de la residencia, el hombre estaba un poco atónito ante la situación: dos chicas, medio en bragas, a altas horas de la madrugada... Un tanto inusual. El hombre tardaba un poco en arrancar, y antes de que lo hiciera vimos a Harry salir de la casa, mojándose, gritándole algo a Candy. Pero ella lo ignoró, no sabía por qué, pero debía estar realmente enfadada. Durante todo el camino ninguna dijo una sola palabra, ya tendríamos tiempo de hablar cuando llegáramos, ahora solo queríamos calmarnos un poco.

Llegamos a la residencia e intentamos pasar sin que la señora Davis nos viera, pero nos fue imposible. Así que ya nos habíamos ganado el primer castigo. La noche no podía ir peor. Entramos en la habitación y nos desplomamos en la cama, nos metimos debajo del edredón y empezamos a hablar, cada una desde su cama.

-Y bien, ¿qué ha pasado?- pregunté yo, rompiendo el silencio.
-Pues... estaba en la cama, esperándote. Cuando entró alguien, que resultó ser Harry. Se metió en la cama e intentó besarme e imagino que también quería llegar a algo más. Le dije que tenía novio y todo eso, y él va y me dice que sólo quería comprobar si a mi me gustaba él. Me he quedado alucinada. Teniendo en cuenta que esta misma tarde me había dicho que podíamos ser buenos amigos y eso... supongo que todos los hombres son iguales.- Candy lo soltó todo.- Ahora, cuenta tú.
-Pff... después de salir a buscarte en medio de la noche me metí sin querer en la habitación equivocada, la de Niall. Y me acerqué a darle el abrazo de buenas noches que te doy a ti siempre. Claro, yo pensaba que la que estaba en la cama eras tú, no él. Total, que hemos empezado a discutir y él me dice ''Seguro que te enamoras de mi si te beso.'' Y yo le he dicho que no, él se ha ido acercando más, hasta que lo tenía a unos milímetros. Pero yo le he pegado una bofetada, ya que me parece algo inapropiado que me bese, después de haber dicho todo aquello de mi, además de que no hace ni una semana desde que nos conocemos.
-O sea, que resulta que esos tíos son unos cerdos. Creo que los únicos decentes son Louis, Liam y Zayn...- Candy pensaba en voz alta.
-Deberíamos dormir, o mañana no podremos levantarnos.
-Yo mañana no pienso ir a clase.- ella estaba muy convencida.
-No podemos faltar, ya lo hicimos el viernes. Y tenemos que aprovechar la beca, ya sé que Harry está en tu clase, pero tú ignórale.
-Si no queda más remedio...
Apagué la luz y me giré, para intentar dormir. Estuve unos quince minutos pensando en todo lo que había ocurrido. Pero al final conseguí dormirme.
Por la mañana el despertador sonó demasiado pronto, o al menos, a mí me lo pareció. Desperté a Candy, que estaba en un estado catatónico (el sueño le afecta mucho). Nos vestimos, cogimos las cosas y fuimos a clase. Nos separamos, ya que nuestras clases están en alas diferentes, supe que me encontraría a Niall, pero pensaba pasar de él.


*Narra Candy.

Entré en clase de Literatura y vi que Harry y Louis ya estaban dentro. Harry hizo un amago de levantarse, pero en cuanto vio que me giraba para irme a otra mesa, volvió a sentarse. Dejé mis cosas e intenté concentrarme, pero a mitad de la clase alguien me llamó.

-Pss, Candy- oí que susurraban. Me giré y vi que era Louis. Le ignoré.- No me ignores, que yo no te he hecho nada.
-¿Qué quieres?- intenté disimular, para que el profesor no me escuchara.
-Toma- me pasó un papel doblado.
-¿Qué es esto?
-Tú míralo.

Abrí el papel y vi que se trataba de una caricatura que había hecho Louis del profesor. La verdad es que me hizo mucha gracia, era tan ridícula. Miré a Lou, que me hizo una señal para que girara el papel. Había escrito algo: ''Candy, no sé qué ha pasado, pero no quiero que te enfades conmigo ni con el resto de los chicos. Si te hace sentir mejor, no dejaré que Harry venga cuando quedemos contigo, pero lo hemos hablado y no queremos perderos como amigas por lo que ha pasado. PD: Me ha quedado bien el retrato, ¿a que si? Hahaha.'' Sinceramente, me daba un poco de pena distanciarme de ellos, porque en estos días me había divertido mucho y me encantaba pasar tiempo con ellos, pero teniendo en cuenta que Harry es su mejor amigo, creo que será mejor no saber nada de ninguno, al menos de momento. Seguramente volvamos a ser amigos, pero por ahora no; prefiero alejarme.
La iba a escribir esto a Louis cuando el profesor se paró delante de mí. Levanté la vista y vi su espeluznante cara, mientras me tendía la mano para que le diera el papel. Y se lo di.

-Oh, señorita García. Me encanta que sea toda una artista, pero creo que éste no es el momento. Puede irse fuera a seguir dibujando- estaba dispuesta a levantarme e irme cuando...
-¡He sido yo!- Louis se levantó de la silla- Écheme a mi. Yo he dibujado eso.
-Bien, señor Tomlinson. Entonces puede irse usted fuera- Louis salió de la clase, pero antes de hacerlo me guiñó un ojo. Supongo que para que yo no me sintiera mal.


*Narra Amanda.

Como siempre, llegaba un poco tarde. Iba corriendo por los pasillos. Al fin llegué a la maldita aula de Química, ¡¿por qué diantres tenía que estar tan lejos?! Llamé a la puerta y entré, casi sin aliento.

-¿Otra vez haciendo footing, Amanda?- menos mal que la profesora era simpática. Toda la clase se giró hacia la puerta, donde yo estaba. ¡Qué vergüenza!- Busca un sitio libre e intenta seguirnos- fui avanzando, pero todas las mesas (que eran de dos) ya estaban ocupadas. Vi que Zayn y Liam se habían puesto juntos, y que en la mesa de al lado estaba Niall, con el asiento contiguo vacío.- Amanda, siéntate al lado de Niall, es el único sitio libre.
-Está bien...- dejé mi bolso en el suelo y me quité el abrigo, poniendo cara de asco.

Me pasé toda la clase de espaldas a él, auque de alguna manera sentía su mirada clavada en mí. Tanto que llegó a darme un poquito de pena, como un perro abandonado, pero al recordar la ridícula situación en la que me había puesto decidí seguir ignorándole hasta nueva orden. Parecía que el tiempo iba más lento de lo normal. Pero al fin sonó la campana. Cogí mis cosas y me dirigí a la puerta, pero alguien me detuvo, agarrándome del brazo. Me temía lo peor, pero al girarme con un gesto de altivez, me di cuenta de que no era Niall quien me seguía.

-Oh, Liam. ¿Qué quieres?- le pregunté.
-Toma, aquí tienes vuestra ropa- me tendió una bolsa.
-Gracias. Bueno... tengo que irme- salí y me dirigí a la habitación.


*Narra Harry.

Verla y no poder ir y hablarle me estaba matando. ¿Por qué tuve que ser tan estúpido? Últimamente la estaba cagando mucho con Candy. Y me dolía no poder estar con ella. Salí de la clase, al fin había acabado, para buscar a Louis. Necesitaba hablar con él. Le encontré de camino a la puerta de salida.

-¡Hey, Lou!- le llamé.
-Harry, tenemos que hablar. Ahora. Les he enviado un mensaje a los chicos para que vayan directamente a casa. Niall y tú tenéis que contarnos qué pasó anoche.
-¡Wow! Ni que pudieras leer mi mente. Estaba a punto de decirte eso mismo.
-Harry... te conozco demasiado- él se rió. Fuimos a buscar el coche para ir a casa. Se ve que los chicos se apresuraron mucho al leer el mensaje de Louis, porque cuando llegamos todos estaban sentados en el sofá, listos para la charla.

-Y bien, ¿quién empieza?- preguntó Liam.
-Creo que yo... -dije- Bueno, entré en la habitación de Louis, donde iban a dormir las chicas. Y como vi que Candy estaba sola, decidí entrar. La abracé y ella pensó que yo era Amanda, y le dije que se dejara llevar. Porque pensaba que yo a ella le gustaba, pero ella encendió la luz y me dijo que tenía novio y que le parecía increíble que después de que yo le dijera que podíamos ser buenos amigos, intentara liarme con ella. Que todos los tíos somos iguales... lo típico. Pero yo creo que lo de que tiene novio lo dice para hacerse la difícil...
-Harry, sólo una pregunta. ¡¿Qué diablos tienes dentro de la cabeza?!- gritó Zayn.- ¡¿Cómo se te ocurre lanzarte así?! ¡No hace ni una semana que la conoces!- parecía realmente enfadado.
-¡No lo sé! ¡Simplemente no podía frenar mis ganas de besarla!- solté.
-¡Harry! Entonces, ¿realmente te gusta Candy?- me preguntó Louis.

1 comentario: