*Narra Amanda
Llegamos al parking de la universidad. Llegábamos tarde (claro, con las
carreteras medio congeladas por el frío no se conduce nada bien, os lo aseguro)
y a primera hora teníamos al profesor que más manía nos tenía. Genial. En
realidad las broncas eran mucho más divertidas en inglés, y es que estábamos en
Londres estudiando en la universidad. Íbamos un poco aceleradas por el camino
hacia nuestro edificio y cuando llegamos a nuestra aula el señor Rutherford nos
dijo que no nos molestáramos en entrar, así que nos quedamos en un banco
esperando a la siguiente clase. Yo me fui a la cafetería a por algo de comer
para las dos.
*Narra Candy
Me quedé esperando a que Amanda viniera. Hacía mucho frío y estaba como
petrificada en el banco. No me di cuenta de que había un chico al lado mío
hasta que me habló.
-No te preocupes, es un viejo amargado. A mí me echa muchas veces de
clase hasta que un día decidí desapuntarme de su asignatura, igualmente no me
sirve de nada estudiar Latín. Y, tú ¿por qué estudias latín? ¿Eres de aquí? ¿A
qué quieres dedicarte?...
Lo interrumpí
-Emmmm, hola a ti también... Pues era la única clase a la que podíamos
asistir mi mejor amiga y yo juntas, pero la verdad es que me arrepiento cada
vez que veo al señorito Perfecto.
El chico parecía divertido. Soltó una carcajada.
-Me gusta tu acento...es raro!
-....Gracias, supongo. Y no, no soy de aquí. Amanda y yo somos de España,
Mallorca concretamente.
-Y, ¿dónde está Amanda?
-Pues ha ido a buscar algo para comer, ¡siempre tiene hambre!
-Uff, me recuerda a un amigo mío, se lo podría presentar. ¡También
siempre come!
-Por cierto, ¿qué quieres estudiar que no te sirve el latín?
-Pues me estoy formando en una carrera musical, con mi amigo el glotón y
tres más. Somos One Direction. Por cierto, soy Louis.
-Puedes llamarme Candy.
Estuvimos charlando y riéndonos un buen rato hasta que Amanda volvió con
más o menos toda la cafetería dentro del bolso.
-¿Has atracado la tienda de comestibles?-preguntó Candy.
-¡Qué va! Si llevo poca cosa, ¡una merienda ligera!-dijo Amanda
-¡Verdaderamente son almas gemelas!
Louis y yo nos estuvimos riendo un buen rato, pero Amanda no se enteraba
de nada.
-Vale, ¿qué me he perdido?-dijo Amanda.
-Oh, sí, éste es Louis. Resulta que tiene un amigo con ''afición'' a la
comida como tú.-le presenté.
-Mmm... podríamos hacer un picnic los cuatro- se le ocurrió a Amanda
-¿Niall? ¿Picnic? ¿Que queréis, que los supermercados de Londres se
queden sin provisiones durante un mes? Además, no estaría bien dejar a los
chicos de lado, y menos a mi amorcito Harry.-Louis se rió él solo con lo último
que dijo.
-Entonces, ¿no sois solo dos? ¿Hay más? Mmm, Harry suena a
chico-responsable-que-va-a-la-biblioteca-cada-día.-dijo Amanda.
-¡Pues a mí me gusta el nombre!-protesté.
-Te aseguro que si conocieras a Harry no opinarías lo mismo, te
garantizo que no es un chico tranquilo precisamente.-contestó Louis.
Entonces nos despedimos de Louis y fuimos hacia la habitación que nos
habían asignado en el campus. Decidimos saltarnos día de clases porque teníamos
que ir a comprar algo de ropa nueva para la quedada de esa noche en la que
Louis nos iba a presentar a los chicos.
*Narra Louis
Fui hacia casa. Seguramente los chicos estarían allí. La casa es una de
las cosas que más nos une, el único sitio donde podemos ser nosotros mismo sin
ninguna clase de reglas. Decidimos comprarla porque al ser cinco en el campus
no nos dejaban tener una habitación todos juntos. Así que, aquí estamos.
-Chicos! Id pensando en lo que os vais a poner esta noche porque tenemos
una cita!
-Louis, ya te lo he dicho un montón de veces. No pienso ir a una cita,
Danielle se enfadará.-dijo Liam.
-¡Ey Liam! No te preocupes, son solo unas amigas. No creo que Danielle
se enfade porque yo te presente a unas amigas.-le dije.
-Sí, Liam, no te preocupes. No creo que Perrie y Danielle se enfaden.
Será una noche entre amigos.-dijo Zayn.
-Bueno, está bien. Niall ¿tú vendrás? ¿Y tú, Harry?-dijo Liam.
-No me siento muy bien, creo que he comido algo que me ha sentado mal.
Creo que me quedaré en casa esta noche-dijo Niall.
-¿Harry?-dijo Liam.
-Erm...yo...tengo que...estudiar...sí, estudiar para...un examen. Eso
es. Así que lo siento, pero no puedo ir.-dijo Harry.
-¿Estás seguro de que no quieres salir y olvidarte de ella? En serio,
Harry, no puedes seguir pensando en Rebecca, hace ya un mes que lo dejasteis. Sé
que estás dolido y algo hundido, pero a lo mejor si sales y te diviertes...-le
recomendé.
-Pero qué dices, Louis. No es por Rebecca. Eso ya está superado.-dijo
Harry.
-Bueno, está bien, Pero no creo que estés haciendo lo correcto.-aseguré,
ya que como conocía bien a Harry, sabía que realmente seguía mal por Rebecca.
Porque Harry es muy sensible, y todavía le dolía el hecho de que ya no
estuvieran juntos.
El resto de los chicos se organizaron para ducharse, vestirse y
arreglarse para estar listos para la ''cita''. Habíamos quedado en que pasaríamos
a recogerlas, ya que ellas eran nuevas aquí y no tenían ni idea de a dónde ir
para salir a cenar o a hacer algo divertido, y obviamente, tampoco sabían cómo
llegar.
Cuando todos estuvieron listos, cogimos el coche y nos dirigimos a las
residencias femeninas a buscar a Amanda y Candy.
*Narra Amanda
-¡Candy!-uff, estoy muy nerviosa, no sé qué ponerme y no encuentro a
Candy en ningún sitio.
-¿Amanda?-vocea Candy
-¡Al fin! Llevo como una hora buscándote por todo el campus. ¿Dónde te
habías metido?-Candy venía cargada con bolsas de Primark (una marca de ropa).-¿Qué
son todas esas bolsas?
-Bueno, resulta que cuando he empezado a buscar en el armario la ropa
que me iba a poner para esta noche, me he dado cuenta de que no tenemos nada un
poco mono para salir. Así que decidí dar una vuelta por la ciudad a ver si
encontraba una tienda que estuviera bien y ¡he comprado ropa muy mona!-Candy
estaba entusiasmada con la idea de arreglarse y ponerse guapa para la ''cita''.
Yo más bien estaba de los nervios.
-A ver, ¿qué has comprado?-ella empezó a sacar cosas de las bolsas hasta
que encontró lo que quería.
-Mira, esto es lo tuyo.-sostenía unos vaqueros claros, una camiseta de
Batman y algunos accesorios. Era muy informal, pero me gustó mucho.
-¡Me encanta!-le dije.
-¿Si?-dijo Candy.
-Si, es informal pero bonito.
-¡Me alegro! He llamado a Louis y me ha dicho que ellos se van a poner
guapos, pero tampoco demasiado elegantes.-Candy estaba convencida de que me
gustaría la ropa, nunca se equivocaba.
-¿Estás segura? No quiero que lleguemos allí y ellos vayan muy
arreglados.
-No te preocupes Amanda, estaremos perfectas.
Candy se fue al baño a ducharse, mientras yo empezaba a mirar qué
maquillajes teníamos y todas esas cosas. Cuando terminó de ducharse llevaba una
toalla enrollada en la cabeza y se iba a preparar la ropa, que era una falda
negra como de cuero y una camiseta con un gatito muy mono, también llevaba unas
converses. Yo pasé al baño para ducharme, y cuando salí de la ducha preparé la
espuma para el pelo, largo, rizado y castaño, y aunque a veces lo odiaba, todo
el mundo me decía que tenía mucha suerte de tener esta melena. Pero bueno,
pelos aparte, fui hacia la habitación y cogí el vestido, me lo puse y empecé a
maquillarme un poco los ojos. Después me arreglé el pelo y mientras tanto Candy
se maquillaba y se arreglaba su pelo castaño claro tirando a rubio, largo y
liso.
Ya era la hora y oímos el timbre. Fui a abrir y me encontré a un chico
alto, de pelo castaño y con una cara adorable. Unos segundos después apareció
Louis acompañado de un chico de pelo negro, moreno de piel y realmente guapo.
-¡Oh! Siempre me pasa lo mismo.-dijo Louis.-Amanda, estos son Zayn y
Liam.-Liam era el castaño y Zayn, el moreno.-Son de nuestra banda. ¡Ah! Harry y
Niall no han podido venir, lamentablemente no los conoceréis esta noche. Por
cierto, ¿eso que llevas son Supra? A Niall le encantarían, te lo aseguro.
-Gracias, supongo. Oh, encantada, yo soy Amanda. Mi amiga es Candy,
ahora vendrá, se está acabando de arreglar.-les di dos besos a cada uno,
siguiendo la costumbre española, lo que les sorprendió un poco, y les invité a
entrar.
Los recién llegados y yo estuvimos esperando a Candy cinco minutos y
cuando salió del baño saludó a todo el mundo y por fin pudimos salir. Los
chicos habían venido en un coche precioso, negro y grande. No sé cuánto podría
costar, pero estoy segura de que no era precisamente barato. Candy y yo no teníamos
ni idea de a dónde nos llevaban, así que estábamos algo nerviosas por llegar y
ver el sitio.
Unos quince minutos después aparcamos el coche. No teníamos ni idea de dónde
estábamos. A lo lejos divisamos unas lucecillas. Los chicos nos ayudaron a
bajar del coche, se sentía una brisa fresca y olor a sal. Caminamos diez
minutos hasta que llegamos a una casita que estaba en la playa. Las luces
procedían de allí, era muy bonito, había una mesa con la cena preparada y el
sonido del mar le daba ese toque especial. Quienquiera que lo hubiera hecho de
verdad se lo había currado.
-¡Uau! ¡Qué pasada! ¿Habéis preparado vosotros todo esto?-dijo Candy.
-Sí, bueno, la casa es de mis padres, así que se la pedí y la decoré un
poco para que fuera más agradable. Además así os sirve de bienvenida a
vosotras. ¿Os gusta?-dijo Louis.
-Es fantástico, de veras. No tendrías que haberte esforzado tanto.-dije
yo.
-Me gusta tratar bien a mis amigas.-dijo Lou.
-Bueno, ¿tenéis hambre o qué?-dijo Liam.
-Sí, vamos a cenar.-dijo Zayn.
Nos sentamos en la mesa, la comida estaba buenísima y pasamos una cena
increíble con ellos. No podíamos parar de reír. Nos contaron muchísimas cosas
sobre la universidad y sus compañeros de casa. Eran unos chicos fantásticos.
Cuando acabamos de cenar recogimos las cosas y las metimos dentro de la casa.
Después nos sentamos alrededor de la chimenea, ya que después de estar fuera
con la brisa marina teníamos un poco de frío. Liam preparó chocolate caliente
para todos, y para él se hizo una taza enorme, le encanta el chocolate. Pensé
que iba de acuerdo con todo él, es tan dulce y adorable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario