sábado, 5 de enero de 2013

CAP #13


*Narra Amanda.

Dentro había un papel doblado. Lo desdoblé y empecé a leer. Me di cuenta de que era la letra de la canción que Niall había cantado esa misma tarde en el pub. Saqué un cuaderno de mi mochila (lo llevo siempre por si acaso) y me dispuse a contestarle la carta, que supuse que era de Niall, pero al final decidí ir a hablar con él en cuanto pudiera. Estaba pensando esto cuando oí un portazo, no le di mucha importancia.


*Mientras, en la residencia. Narra Candy.

¡Qué bien! Iba a tener la habitación para mi sola. Alex y  yo podríamos divertirnos... Hacía un par de minutos que habíamos vuelto de nuestro paseo de noche y él había ido al coche a buscar su maleta. Me puse el pijama más sexy que tengo, y la lencería más mona. Junté las dos camas y preparé las mantas. Estaba un poco nerviosa, supongo que sabéis a qué me refiero. Alex entró por la puerta.

-¡Wow Candy! Creo que nunca te había visto ese pijama, me encanta.
-Gracias- sonreí pícaramente.- ¿Vienes?- me tumbé en la cama.
Él se acercó lentamente, se sentó en el borde y empezó a quitarse la ropa. Me puse muy nerviosa, así que intenté disimularlo metiéndome bajo las mantas. Quería que Alex pensara que sabía lo que hacía, aunque no fuera verdad. Él también se metió dentro de la improvisada cama. Empezó a besarme el cuello, lenta y dulcemente. Yo le seguí el juego. Estaba dispuesta a hacerlo cuando de repente escuché un golpecito en la ventana.
-¿Has oído eso?- pregunté.
-¿El qué?
-Un golpe en la ventana. ¿Quién diablos molesta a estas horas?
-Será un pájaro que se ha chocado- él no le dio más importancia y continuó besándome. Volvieron a golpear la ventana, esta vez más fuerte.
-Alex, ese ruido, otra vez.
-Candy, déjalo ya. Son paranoias tuyas- él siguió sin hacerme caso.
-¡Alex! Te he dicho que hay algo ahí fuera, por favor te pido que vayas a mirar qué es- me aparté de él.
-¡Candy, por favor! ¡¿Qué diablos te pasa?! ¡Hace casi dos meses que no nos vemos y tú solo piensas en si hay un estúpido pájaro que hace ruido en la ventana!- de repente, como si hubiera escuchado lo que Alex había dicho, quienquiera que estuviera haciendo el ruido golpeó la ventana con mucha fuerza, haciendo un ruido estrepitoso.
-¡Oh! ¿Entonces estoy loca? Creo que tú también has escuchado eso.
-Está bien, me largo. Hoy dormiré en el coche, te veo mañana- Alex salió de la habitación en calzoncillos, llevándose su maleta, iba muy enfadado.
-¡Alex! ¡No te vayas! ¡No me dejes sola!- me tumbé boca abajo, resoplando del enfado. Me sentía tan impotente.- Muy bien Candy, tenías que hacer que Alex se enfadara, eres la leche- me regañé a mí misma. Oí que la ventana se abría, me asusté.- ¿Quién anda ahí?- como si me fueran a contestar...
-Oh, tranquila, no te asustes. Soy yo, Harry- él entraba por la ventana.
-¿Qué haces aquí? ¡Vete, no tengo ganas de hablar con nadie!- estaba llorando y no quería que Harry me viera.
-¡Oh, vamos Candy! Déjame hacerte compañía, puedes contarme todos tus problemas, me encanta escucharte. O sea... que me gusta escuchar a... la gente...
-Bueno, pasa... pero no te rías, tengo toda la cara negra por el maquillaje...
-Te prometo que no me reiré- levanté la cara de la almohada.- ¡Oh Dios mío! ¡Qué horror!
-¡Harry!- volví a taparme la cara con la almohada.
-Es broma, es broma. No te enfades- volví a mirarle.
-¿Me veo tan mal?- pregunté.
-¿Te digo la vedad y no te enfadas?- dijo Harry.
-Dime...
-Aún con la cara llena de maquillaje, te ves hermosa.
Me sonrojé. No sé cómo, pero Harry podía hacerme sentir bien tan sólo con una mirada y una sonrisa. Me acerqué a él lentamente, ahora mismo no pensaba con la cabeza, si no con el corazón. Sentí un impulso incontrolable que me llevo hacia sus labios, sus maravillosos labios. Le besé. Fue como si todo a mi alrededor se esfumara por unos segundos y sólo existiéramos él y yo, ajenos al mundo. Él me correspondió el beso, pero más apasionadamente. Quería quedarme con ese momento grabado en mi cabeza, no quería olvidarlo jamás. Estaba sintiendo algo muy fuerte dentro de mí, algo que ni siquiera Alex me hacía sentir. Nos separamos y nos miramos a los ojos.

-¿A qué ha venido eso?- preguntó él.
-Lo siento... es que no he podido resistirme...
-No... si yo estaba deseando hacerlo... pero supongo que me daba miedo... Tienes novio y yo... bueno, yo no soy como él... supongo que no soy tu tipo...
-¡¿Qué?! ¡No, no, no! Harry, no pienses eso... si soy sincera, creo que... te quiero.
Harry iba a decir algo justo cuando llamaron a la puerta. Caray, ¿cuánta gente iba a pasar hoy por nuestra habitación? Escuché a Alex hablar a través de la pared.

-¿Candy? ¿Estás ahí? Vamos nena, no te enfades... ¿Podemos hablar? Siento haberme ido y siento haberte gritado...
-¿Te ha gritado?- me susurró Harry muy enfadado.- Ahora verás lo que le voy a decir...
-¡No! ¡Harry!- le tapé la boca y lo lleve hacia la ventana. Le indiqué que saliera y el me rogó que le acompañara. Como no quería quedarme y tener que escuchar las excusas de Alex, decidí ir con él. Harry saltó por la ventana y me dijo que saltara yo también.

-¿Qué? ¿Estás de broma? No pienso saltar, con lo pato que soy seguro que me caigo.
-Venga, yo te espero aquí abajo y te cogeré como una princesa.
-¿Seguro?
-Sí, venga salta de tu torre, princesa.

No estaba muy segura, ya que había mucha altura, pero confiaba en Harry así que me arriesgué y salté. Me dio mucho miedo, pero aterricé en sus fuertes y seguros brazos. Él me llevó así hasta el coche y me dejó en el asiento del copiloto. Condujo hasta su casa y allí paró.

-¿Quieres dormir conmigo?- preguntó Harry tímidamente.
-Si no te importa... me encantaría...
-¡Genial! Digo... claro, no te molestaré, dormiré en una esquinita de la cama, será como si no estuviera.

Entramos y vimos a los chicos en el salón hablando, exceptuando a Niall y a Amanda. Me pregunté dónde debía estar. Saludé a todos y me dirigí al piso de arriba.

*Narra Louis.

Cuando Candy subió a la habitación agarré a Harry por el brazo y comencé con el interrogatorio.

-Harry... ¿POR QUÉ ESTÁ SUBIENDO CANDY A TU HABITACIÓN?
-Louis, cálmate por favor. Sólo va a pasar la noche aquí porque se ha peleado con su novio, nada más. Me ve como un amigo, a pesar del beso...- expliqué.
-¡¿QUÉ?! ¡¿BESO?! ¡Oh Dios mío, Harry; Candy te quiere!- exclamó Zayn.
-Qué va... supongo que ha sido un impulso, no creo que sienta nada real por mí- rechacé.

Subí a mi habitación y encontré a Candy sentada en el borde de la cama. Estaba tan guapa con el pelo suelto cayéndole por la espalda, con ese pijama corto tan provocador... Se giró y me miró con esos ojos que pueden detener el tiempo por unos segundos y hacer que me olvide de todo. Como cuando toqué sus labios, todo a mi alrededor desapareció por un instante y sólo pude sentir su cuerpo junto al mío, sintiendo su corazón al ritmo del mío... Me encantaba Candy, era tan... perfecta.

-Eh, lo siento. Si quieres me voy y te preparas para dormir o lo que quieras...- dije.
-No, no. Ya me voy a meter en la cama- respondió ella.


*Narra Candy.

Harry se acercó lentamente, mientras yo me tumbaba. Se puso encima mío y me dejé llevar. Empezó a darme pequeños y fugaces besos por el cuello. Debería haberlo detenido, pero realmente quería que él hiciera eso. Desde que lo conocí quise que llegara este momento, pero a la vez me sentía culpable por Alex; debería llamarle y decirle que ya no siento nada por él, que lo veo más bien como un amigo... Pero en cuanto Harry pasó a mis labios, me olvidé instantáneamente de todo lo demás. Se acercó a mi oreja y me susurró ''Te quiero.'' Me dio una suave caricia en la mejilla y después su mano fue bajando hasta el lazo de mis pantalones de pijama. Con la otra mano abrió el cajón superior de su mesilla y sacó un preservativo. Empezó a besarme más frenéticamente y me puse nerviosa de nuevo. De repente abrieron la puerta.

-¡Harry! -Liam alzó la vista- ¡Oh Dios mío, Harry! ¡Lo siento, lo siento! ¡No debería haber presenciado esto! ¡Se me va a quedar grabado! ¡Ah!
-¡Liam, Liam! ¡Cálmate, por favor! ¡    No grites! ¡No es lo que parece! Vale, muy típico- me di cuenta de que Liam estaba alucinando y a punto de gritar, así que tenía que hacer algo para tranquilizarle.
-¡¿Ah, no?! ¡¿Y por qué Harry tiene eso en la mano?!- él seguía estresado.
-Pues... el caso es que...- Harry no tenía ninguna excusa.
-¡Íbamos a hacer una fiesta! ¡Con... globos!- le quité el preservativo de la mano a Harry y lo inflé como si fuera un globo. Era una mala excusa, pero al menos era una excusa.
-No quiero saber nada más... Harry, a mi habitación, YA- ordenó Liam.

Harry se levantó de la cama y en un abrir y cerrar de ojos, los dos ya habían salido por la puerta. Me sentí avergonzada, noté como mis orejas y mis mejillas enrojecían. Decidí bajar a la cocina a buscar un vaso de agua y Amanda me sorprendió.

-Hola, ¿qué haces aquí? ¿No ibas a pasar la noche con Alex?- preguntó ella.
-Si, pero... nos hemos peleado... y él ha ido a dormir al coche- expliqué.
-¿Y has venido tú sola?
-No... he venido con Harry. Amanda, creo que siento algo por él. Porque... le he besado y, bueno, ha sido como si el tiempo parara y todo se desvaneciera...- confesé.


*Narra Louis.

Llamé a Liam, que estaba hablando con Harry pero vino enseguida, y a Zayn para que me acompañaran abajo a ver un rato la televisión, pero cuando bajamos encontramos a Candy y a Amanda hablando en la cocina. Sé que está mal, pero no pude resistirlo y los chicos y yo nos escondimos y escuchamos lo que decían.

-Pero Candy, tienes que pensar que en una semana volvemos a Mallorca y no le vas a volver a ver, nunca. No puedes enamorarte de él, tienes a Alex que al menos vive en el mismo país que tú- decía Amanda.
-Lo sé, pero no he podido evitarlo. Estos días que he estado con él, han sido los mejores- replicaba Candy.
-Piensa en el sábado. Tú y yo en el aeropuerto, si le dices que te vas seguro que quiere despedirse de ti y será peor, te sentirás mal. A mi me pasa lo mismo con Niall, creo que siento algo por él, pero no puede ser, él está enfadado y ya no hay tiempo. Creo que no decirles nada será lo mejor para todos... Así no sufrirán ni ellos ni nosotras- terminó Amanda.

Los tres nos miramos, alucinando con lo que acabábamos de escuchar. Si ellas se van Harry volverá a caer en la ''depresión'' y Niall nunca ha sentido nada parecido antes, si Amanda se va, ese sentimiento desaparecerá para siempre. De alguna manera tengo que evitar que las chicas se marchen, tiene que seguir estudiando aquí. ¡Eso es! Ya lo tengo.

-Chicos, venid. Tengo que hablar con vosotros- dije.

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